SEVILLA 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
El gasto anual para la atención a un enfermo de Alzheimer oscila entre los 5.785 euros que acarrea los cuidados de esta demencia en sus primeros estadios, a los 56.045 euros que supone en sus fases ya más avanzadas, según se desprende del mayor estudio de costes de esta enfermedad realizado en Andalucía, que ha contado con la colaboración de más de 41 asociaciones de Alzheimer de toda la comunidad y que ha entrevistado a más de 900 familias.
Este trabajo, que se ha presentado este jueves en Sevilla, ha sido dirigido por el neuropsicólogo de la Asociación Alzheimer Santa Elena de la capital hispalense Manuel Ruiz-Adame, y la profesora de la Universidad de Sevilla Carmen González Camacho, experta en Economía de la Salud. Los datos del estudio aún están en fase de análisis econométrico, ya que se ha llevado a cabo a la largo de este 2012.
En declaraciones a Europa Press, Ruiz-Adame ha detallado que en los primeros estadios de la enfermedad el coste asciende a los 5.785,54 euros anuales, de los que 3.763,73 son desembolso directo de las familias y 2.021,82 euros a gasto subsidiado (sufragado por las administraciones).
Según ha concretado, en el primer capítulo se encuentra la adquisición de productos de parafarmacia (guantes, camas articuladas, colchones, cremas, etcétera); visitas en ocasiones a consultas privadas para tener una segunda opinión médica, y parte del coste de la contratación de servicios de estancia diurna en centros concertados con la administración. Por contra, el gasto subsidiado se corresponde a la asistencia domiciliaria y parte de los gastos de centros concertados.
Sobre este mayor gasto de las familias, ha aclarado que se da siempre en los primeros estadios de la demencia, "si bien conforme la enfermedad avanzada, las aportaciones tanto subsidiadas como las que aportan directamente las familias tienden a igualarse en importe de gasto".
En cuanto a los estadios más avanzados de la enfermedad, ha precisado que el desembolso anual llega hasta los 12.675,78 euros, de los que casi 6.000 euros (5.939,91) los asume las administraciones y el resto (6.735,87 euros) las familias. En este punto, dicho especialista ha hecho especial hincapié en que conforme avanza el deterioro cognitivo de la persona "el tiempo de dedicación del cuidador, que en la mayoría de los casos es un familiar, aumenta de forma exponencial, lo que a su vez le impide poder trabajar".
Este hecho, ha aclarado, ha sido tenido en cuenta en su estudio y "de ahí que el coste total en los estadios mas avanzados del Alzheimer se tenga en cuenta las horas invertidas por el cuidador y que le imposibilita estar en su puesto de trabajo". En concreto, ha sostenido que anualmente un paciente con un agrado muy alto de enfermedad requiere de un tiempo de dedicación de 8.640 horas (el año dispone de 8.760 horas), si bien solo se cubren de forma pagada 1.264,17 horas.
"De ahí, que el familiar cuidador tenga que asumir el resto de las 7.376 horas (el diferencial para llegar a las 8.640 horas), lo que supone un montante económico de 43.369,90 euros, a razón de 5,88 euros la hora que establece el convenio de ayuda a domicilio del año 2011", ha precisado a Europa Press este experto, quien ha explicado así que el montante final asciende a los 56.045 euros (tras añadir los 7.433 euros que pagan las administraciones y que se extraen de las 1.264,17 horas pagadas a razón de 5,88 euros).
PERFIL DE LAS CUIDADORAS Y CONCLUSIONES
En cuanto al perfil de los cuidadores, ha señalado que, aunque el perfil sigue siendo femenino, muchos datos comienzan a cambiar, tales como el nivel ocupación, las consecuencias para promoción profesional y formativo.
Según los autores del estudio, hay una 'Gap' generacional (distancia cultural entre padres e hijo) que marca un cambio de tendencia que va a afectar a costes y a tipología de prestaciones. Los servicios demandados son muy dispersos sin una clara preferencia, salvo quizás, a diferencia con los países nórdicos, una menor tendencia al uso de cuidados residenciales (12,85%), si bien reseñan hay que decir que cuando se escogen suele estar correlacionado con mayor gravedad del paciente y para cuidados de larga duración (71,79%).
Igualmente, cuando se analizan los datos por grupos de edad, son los cuidadores más jóvenes los tendentes al uso de cuidados intensivos en tiempo.
Los investigadores consideran, en consecuencia, que serán necesarios servicios más profesionalizados, con mayor proporción de asistencia en centros especializados, servicios domésticos adaptados a la nueva realidad y, posiblemente, más residencias específicas.
Del mismo modo, entienden que ser cuidador supone "una merma de ingresos", porque se traduce en una "reducción de probabilidades de acceder al mercado laboral, promocionar en el mismo (si se tiene) y mejorar la formación o habilidades para acceder a mejores posiciones".
ESTUDIO SIN FINANCIACIÓN PUBLICA NI PRIVADA
En este estudio, que se encuentra aún en fase de explotación de los datos, cuenta también con la colaboración del profesor. Alfredo Mainar Causapé, y será presentado durante los días 3 al 7 de octubre en el Congreso Internacional organizado por Alzheimer Europe, bajo el título 'Knowing profiles and indicators of the cost of AD in the south of Spain'.
Además, los autores de este trabajo han querido reseñar que no ha contado con financiación pública ni privada para su ejecución, salvo la aportación de la asociación Alzheimer Santa Elena, las de las asociaciones colaboradoras del mismo, así como de sus autores.
Únicamente se ha recibido una ayuda de la Universidad de Sevilla para la presentación de este proyecto en una convocatoria pública autonómica, pendiente de resolución. Actualmente también se encuentra en fase de realización un segundo estudio de ampliación con el que se pretende conocer mejor la situación en toda España.