MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
El doctor Julio Maset, médico de Cinfa, ha incidido en la importancia de que los progenitores "redoblen los esfuerzos" en esta Navidad para que los más pequeños se alimenten de una manera equilibrada y saludable.
Además de un aumento de peso y de grasa corporal, los excesos navideños en la mesa pueden conllevar problemas de salud como por ejemplo, un aumento del nivel de colesterol y de azúcar.
"Resulta paradójico que, en Navidad, cuando abundan las comidas y cenas familiares, los padres seamos menos estrictos con la alimentación de nuestros hijos, cuando debería ser al revés y controlar los caprichos más que nunca. En términos de nutrición, también podemos hacer de esta época una fiesta para nuestros hijos, pero no todos los días", señala el experto de Cinfa.
"Los padres y madres somos los responsables de que nuestros hijos disfruten de la Navidad sin que su salud se resienta por ello. Y, como nos imitan en todo lo que hacemos, debemos ser conscientes de que nuestros malos hábitos nutricionales durante las fiestas les perjudican a ellos también", advierte el doctor Maset, que anima a los padres a "dar ejemplo".
El primer paso para ello, según el doctor, "es procurar evitar que la tentación entre en casa". "Dado que los alimentos de alto contenido en grasa y/o azúcares forman siempre parte de la ecuación, es conveniente reducir al máximo su presencia en nuestra mesa y despensa", insiste el doctor.
Para ello, el experto aconseja planificar la compra con antelación, para diseñar menús que, además de sabrosos y apetecibles para los más pequeños, sean también saludables.
"Por ejemplo, cumplen estos requisitos muchos de los platos que se basan en los pescados y mariscos o los que llevan de entrante o guarnición verduras y hortalizas. Tampoco hemos de olvidarnos de las frutas, y podemos aprovechar los días entre celebraciones para compensar los excesos con comidas más ligeras", asegura.
La segunda clave radica en animar a los peques a que sigan practicando ejercicio, pues, en Navidad, tanto adultos como niños tienden a interrumpir su rutina de actividad física. "No obstante, esta es fundamental para mantener nuestro peso a raya y ayudar a nuestro cuerpo a eliminar toxinas", asegurra el doctor.
"Aprovechemos que solemos disponer de días libres para practicar con nuestros hijos y sobrinos actividades y deportes que les diviertan. Por ejemplo, jugar un partido de fútbol o dar un paseo en familia son planes que nos permiten compartir tiempo de calidad con ellos, mientras cuidamos de su salud y de la nuestra", ha recomendado el experto.
PAUTAS PARA CUIDAR LA ALIMENTACIÓN DE LOS NIÑOS EN NAVIDAD
Así las cosas, el primer consejo para una Navidad saludable es diseñar el menú de los días señalados con antelación, "sabrosos, pero sin necesidad de caer en cantidades exageradas de alimentos con muchas grasas o azúcares", recuerda el doctor.
En este sentido, insiste la importancia de "no dejar de lado la pirámide alimentaria". "Como en cualquier época del año, se trata de un instrumento muy útil para conocer las raciones de alimentos necesarias para una buena nutrición y la frecuencia con que los niños han de tomarlas", explica Maset.
Otro consejo es implicar a los niños en la organización de las comidas o cenas. Para ello, el doctor anima a realizar la lista de la compra con ellos y a acudir juntos al supermercado, entre otras actividades. "Se trata de una oportunidad inigualable de pasar tiempo juntos mientras les educamos nutricionalmente", afirma. Por otro lado, el resto de días, es aconsejable optar por comidas más ligeras, como caldos, ensaladas, cremas de verduras y carnes y pescados a la plancha.
Otro punto a tener en cuenta es la importancia de la fruta. "Tanto las frutas de temporada como las tropicales pueden formar parte de los entrantes fríos y de los postres más saludables y originales", recuerda Maset.
De igual forma, es preciso asegurarse de que los hijos siguen comiendo cinco veces al día. "Los pediatras y nutricionistas recomiendan la distribución de la ingesta de calorías en cinco comidas diarias, que les aseguren todos los nutrientes necesarios y eviten el picoteo entre horas: un desayuno completo, almuerzo de media mañana, comida, merienda y cena a una hora temprana. Esta rutina no debe interrumpirse durante las fiestas", explica el experto. Además, y dentro de lo posible, deben mantenerse los horarios habituales de comidas.
Por otro lado, el doctor insta a tener cuidado con acceder "a todos los caprichos de los niños". "Aunque sea Navidad, hay que controlar su ingesta de dulces y chucherías, así como de refrescos y otras bebidas azucaradas". También es preciso supervisar que solo tomen una ración de postre. "Un buen truco puede ser retirarlos de la mesa una vez se ha terminado de comer o cenar", asegura el médico de Cinfa.
Otro consejo es evitar las pantallas en la mesa. "En Navidad, con más motivo que nunca, hay que aparcar el móvil y la televisión, que impiden o interrumpen la conversación. Comer sin la presencia de tecnología favorece la comunicación y ayuda a estrechar lazos familiares", aclara el experto.
Otro de sus consejos es practicar deporte en familia. "Tras la comida, en lugar de quedarnos a la mesa bebiendo y picoteando, una buena alternativa es salir a pasear. Además de favorecer la digestión, realizaremos actividad física, tomando aire fresco y pasando un rato agradable, y estaremos ayudando a nuestro organismo a regular el peso y eliminar toxinas", aconseja el médico.
Asimismo, en Navidad también es importante velar por el sueño. "Las celebraciones navideñas se caracterizan por cenas que se alargan, lo que suele conllevar un retraso en la hora de irse a la cama de nuestros hijos. Sin embargo, es muy importante que respetemos dentro de lo posible sus horarios habituales para que descansen, al menos, diez horas diarias", finaliza Maset, recordando que "dormir lo suficiente es un arma más contra el sobrepeso y fundamental para que los niños afronten bien su jornada".