MADRID 12 May. (EUROPA PRESS) -
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) ha puesto en marcha una prueba para ayudar a los fumadores británicos a abandonar el tabaco mediante la cual, a partir de este próximo otoño, los fumadores que acudan a urgencias de algunos hospitales, sin importar el motivo, podrán obtener un kit de iniciación al vapeo gratuito y se les ofrecerá asistencia y seguimiento.
Así, durante los próximos dos años y medio, los fumadores ingleses que accedan a participar en este programa serán asignados al azar para recibir ese 'starter kit' de vapeo mientras esperan su turno en los Sevicios de Urgencias de los hospitales de Norfolk, Londres, Leicester o Edimburgo.
Junto al mismo, se les ofrecerá asistencia sobre cómo usar el dispositivo electrónico correctamente, información sobre los servicios locales para dejar de fumar y un estrecho seguimiento realizado por especialistas para conocer de primera mano cuál es su evolución con el nuevo producto.
Esta medida, que se pondrá en marcha con carácter provisional, está avalada por una revisión científica dirigida por la Universidad de Oxford que cuenta también con la participación de la University of East Anglia.
Este estudio se ha publicado recientemente en la reconocida 'Cochrane Library', un repositorio perteneciente al grupo Cochrane que comprende multitud de evidencias científicas especializadas en salud. Según señalan los autores de esta investigación, los cigarrillos electrónicos con nicotina podrían aumentar el número de personas que dejen de fumar en comparación con el uso de la terapia de reemplazo de nicotina, como los parches y chicles con este compuesto. Los expertos recuerdan, además, que unos 50.000 fumadores al año han abandonado el tabaco gracias al vapeo en este país, tal y como apunta el propio Departamento de Salud del Reino Unido.
En palabras de Caitlin Notley, profesora de la Escuela de Medicina de la UEA en Norwich, los productos de nueva generación "imitan el gesto de fumar un cigarrillo tradicional al sujetarse entre los dedos y generar un vapor similar al humo cuando se usan. Esta condición puede ser un punto atractivo para ayudar a las personas a cesar en su hábito de malos humos, incluso cuando ya lo hayan intentado anteriormente sin éxito". Además, ella asegura que el cigarrillo electrónico "es mucho menos dañino que fumar tabaco".
Por su parte, el colíder del ensayo, el doctor Ian Pope, también perteneciente a la Escuela de Medicina de la UEA en Norwich y médico de atención primaria, apunta que "los Servicios de Urgencias en Inglaterra atienden a más de 24 millones de personas cada año, de las cuales alrededor de una cuarta parte son fumadores".
Por ello, Pope considera que esta cifra "brinda una valiosa oportunidad para que las personas reciban apoyo a la hora de dejar de fumar, algo que beneficia significativamente sus posibilidades de recuperación, sea cual sea el motivo que los haya llevado hasta el centro sanitario".
"Observaremos con detalle el número de personas que consigan dejar atrás el tabaco con esta técnica y valoraremos su implementación a nivel nacional", concluye Notley.