MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
El debate nacional en Estados Unidos con motivo de las últimas elecciones a presidente y los planteamientos de Donald Trump durante la campaña electoral sobre inmigrantes indocumentados y seguridad pública y salud inspiraron la puesta en marcha de una serie de estudios cuyos primero datos han revelado que este colectivo no aumenta la prevalencia de delitos de drogas y alcohol y muertes en los Estados Unidos, según un nuevo estudio publicado en la 'American Journal of Public Health'.
Los investigadores, dirigidos por el profesor de Sociología de la Universidad de Wisconsin-Madison, Michael Light, usaron nuevas estimaciones a nivel estatal de la población de inmigrantes no autorizados para examinar la relación entre la inmigración indocumentada y las detenciones y muertes a causa de las drogas y el alcohol.
"Este es un área donde los debates públicos y políticos han superado con creces la investigación --ha señalado Light--. Y fundamental en este debate es si la inmigración indocumentada aumenta los problemas de drogas y alcohol, o el delito en general. Hay buenas razones teóricas para pensar que podría haber aumentado los problemas de abuso de sustancias en las últimas décadas, pero los datos simplemente no lo demuestran".
Light, quien fue profesor en la Universidad de Purdue mientras dirigía el estudio, junto con el profesor de sociología de Purdue Brian Kelly y el estudiante graduado Ty Miller, utilizó datos de inmigración del Centro de Estudios sobre Migración y del Centro de Investigación Pew de 1990 a 2014.
Compararon las tasas de inmigración indocumentada con cuatro medidas representativas de los problemas relacionados con las drogas y el alcohol: los delitos relacionados con las drogas y la conducción bajo la influencia de arrestos recogidos de fuentes federales, estatales y municipales en los Informes sobre Delitos del FBI, así como las muertes por sobredosis de drogas y las muertes por relacionadas con la conducción bajo los efectos del alcohol incluidas la base de datos de causas de muerte de Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y el Sistema de Notificación de Análisis de Mortalidad de la Administración Nacional de Seguridad en las Carreteras.
Según el estudio, en lugar de aumentar los problemas de abuso de sustancias, un aumento del 1 por ciento en la proporción de la población indocumentada se asocia con un descenso en 22 arrestos por drogas, 42 menos arrestos con conductores ebrios y 0,64 menos sobredosis por 100.000 personas. La frecuencia de muertes causadas por la conducción bajo los efectos del alcohol no se vio afectada por las tasas de inmigración no autorizada.
Según Light, una explicación de estos hallazgos podría ser lo que la investigación previa a menudo denomina 'tesis de inmigrantes sanos' o 'paradoja latina'.
"Cuando consideramos las cosas que creemos predictivas del comportamiento criminal y los malos resultados de la salud --bajos niveles de educación, pocos activos económicos-- los inmigrantes tienden a dedicarse a menos delitos y a mantenerse más sanos de lo que cabría esperar", dice Light.
Y, sin embargo, la inmigración indocumentada a menudo se agita en el debate de los males sociales como el uso de opiáceos. Es incuestionable que las drogas se pasan de contrabando a través de la frontera entre Estados Unidos y México, dice Light, pero esto no significa que el contrabando de drogas y la inmigración no autorizada sean la misma cosa.
"Eso simplemente no parece ser el caso --puntualiza--. Si se quiere combatir la epidemia de opioides o reducir la conducción en estado de embriaguez, la deportación de inmigrantes indocumentados que residen en los Estados Unidos probablemente no será la política más eficaz".