MADRID 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
La eliminación de la distinción entre activos y pensionistas, la introducción de tramos de renta más detallados, y la exención de copago para rentas inferiores a 6.000 euros, pueden aumentar significativamente la equidad del sistema de copago farmaceutico, según se desprenden de una investigación publicada en 'Gaceta Sanitaria', la revista científica de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS).
El artículo, que utiliza simulaciones a partir de una base de datos enlazada entre la Agencia tributaria y el Ministerio de Sanidad de más de 4,5 millones de personas, propone un nuevo modelo de copago basado exclusivamente en tramos de renta, sin diferenciar entre activos y pensionistas.
"La implementación de un sistema de copago más progresivo y justo puede proteger mejor a las personas de menores ingresos y mejorar la equidad, con impactos manejables en el presupuesto público", afirma la investigación en la que han participado expertos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, con la colaboración de la Universidad Carlos III, la Fundación Cajas de Ahorro (FUNCAS), la Universidad Pompeu Fabra, y la Barcelona School of Management.
"A pesar de que en los últimos años se han propuesto cambios, el sistema actual sigue generando desigualdades, especialmente entre los tramos de renta más bajos y los sectores más vulnerables, como personas mayores, pacientes crónicos y familias con menos recursos", señalan desde SESPAS, que se hace eco del estudio.
Los autores sostienen que el modelo ideal debería basarse en utilizar la renta personal como el único criterio para calcular los copagos. Este cambio, señalan, permitiría no solo una mayor equidad, sino también una distribución más eficiente del gasto sanitario. Con un sistema de copago progresivo, se podría garantizar que los usuarios con menos recursos no se vean excluidos del acceso a medicamentos esenciales debido a barreras económicas.
Los resultados muestran que la igualación de activos y pensionistas, y la introducción de tramos de renta más detallados, pueden aumentar la progresividad del sistema de copago. Los costos presupuestarios públicos variaron entre 48 y 710,2 millones de euros. En todos los escenarios, la participación del usuario en el gasto farmacéutico se reduce, especialmente en las rentas más bajas.
"Un sistema de copago farmacéutico más progresivo y equitativo es factible y puede proteger mejor a las personas con menores ingresos sin un impacto presupuestario desproporcionado. La eliminación de la distinción entre activos y pensionistas y la exención de copago para rentas inferiores a 6.000 euros pueden aumentar significativamente la equidad del sistema", concluyen los autores.