SEATTLE 4 May. (De la enviada especial de Europa Press, Lucila Rodríguez) -
Diversos grupos de investigación han conseguido hallar una serie de biomarcadores capaces de detectar precozmente la artrosis, una enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a cerca del 28 por ciento de la población mundial mayor de 60 años y provoca limitaciones en los movimientos del 80 por ciento de los pacientes.
Actualmente, no existe ningún método capaz de diagnosticar la artrosis de forma temprana y, tal y como ha informado el investigador del Universty of Liège en Bélgica, Yves Henrotin, durante el Congreso mundial de la Sociedad Internacional de Investigación en Artrosis (OARSI, por sus siglas en inglés), celebrado en Seattle (Estados Unidos), cuando se detecta suele ser "demasiado tarde" y el cartílago está "demasiado gastado".
Además, a esta afectación del cartílago se suma el "importante" número de comorbilidades que lleva asociada la artrosis como, por ejemplo, diabetes, obesidad o hipertensión. "La enfermedad actúa como eje sobre el que rotan diversas enfermedades, lo que hace que también se puedan producir comorbilidades respecto a todos los fármacos que debe tomar el paciente", ha apostillado el reumatólogo y experto del Hospital del Mar de Barcelona, Jordi Monfort.
En este sentido, el director de Investigación en INIBIC-Hospital Universitario A Coruña y secretario general de la Junta Directiva de OARSI, Francisco J. Blanco, ha destacado la necesidad de tratar de diferente forma los diversos tipos de fenotipos de la artrosis: metabólico, postraumático, inflamatorio, el asociado al envejecimiento y el de la menopausia.
De la misma opinión se ha manifestado el epidemiólogo del National Institute for Health and Care Excellence (NICE), Nigel K. Arden, en un simposio organizado por Bioibérica en el Congreso, quien ha insistido en que la artrosis es una enfermedad "heterogénea" y ha abogado por personalizar las terapias.
Ante todo ello, y debido a que los tratamientos actuales se basan en analgésicos, antiinflamatorios y Sysadoas --fármacos capaces de reducir el dolor, preservar la función articular, disminuir la inflamación y proteger el cartílago--, los investigadores han analizado biomarcadores que consiguen detectar precozmente la enfermedad y, su vez, pueden ayudar a individualizar los tratamientos. "No todos los pacientes responden igual y con los biomarcadores podremos ver qué terapia es mejor para cada tipo de enfermo", ha apostillado Henrotin.
UN TEST PARA DETECTAR EN SANGRE LA PRESENCIA DE ARTROSIS
Precisamente, el grupo liderado por este investigador es el que parece estar más avanzado ya que, tal y como ha informado, a finales de año podrá estar disponible en la rutina clínica diaria, primero en Bélgica y después en España, un test que permite detectar en un análisis de sangre los biomarcadores responsables de la degradación del cartílago.
"Este test será para los médicos de Atención Primaria y será una buena herramienta para monitorizar la enfermedad y para que, así, los especialistas sean los que cojan las riendas de la enfermedad, puesto que hasta ahora no le han prestado la atención que se merece", ha recalcado el investigador belga.
Estas mismas declaraciones han sido corroboradas por la presidenta de OARSI, Virgina Krauss, quien, además, ha explicado que otros investigadores han analizado ya 12 biomarcadores, de los cuales cinco son "muy buenos", como por ejemplo 'CTX-II', 'CTX-I' o 'NTX-1', ya que miden los niveles del dolor y la degradación del cartílago.
"Con ellos podemos observar qué paciente necesita más el medicamento o quién tiene más riesgo de progresar rápidamente", ha explicado, para comentar que todavía se está estudiando el modelo más efectivo para testar dichos biomarcadores. "Será una magnífica herramienta pero también hay que buscar nuevos biomarcadores que complementen a los que ya conocemos", ha zanjado Kraus.