MADRID 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado este miércoles que el avance por parte del Ejército iraquí en la ciudad de Mosul, cuya parte oeste continúa bajo en control del Estado Islámico, está dejando a miles de civiles atrapados bajo fuego cruzado y sin acceso a ningún tipo de atención médica de emergencia.
Decenas de miles de civiles han tenido que huir de Mosul desde que el pasado 19 de febrero las fuerzas de seguridad iraquíes, con el apoyo aéreo de Estados Unidos, lanzaron una ofensiva para recuperar la parte occidental de la ciudad.
MSF ha criticado este miércoles que la capacidad de los servicios sanitarios de emergencia de Mosul es completamente insuficiente, ya que se encuentran desbordados por el creciente número de heridos. "Las necesidades de recibir atención médica de urgencia han aumentado dramáticamente en las últimas semanas", ha explicado la doctora Isabelle Defourny, directora de operaciones de Médicos Sin Fronteras.
El Ejército iraquí, que ha logrado hacerse con el control del este de Mosul y parte del oeste de la ciudad, ha centrado ahora la batalla en la estratégica mezquita de Al Nuri, donde el líder de Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, proclamó el califato en 2014.
Al menos 600.000 civiles permanecen en el oeste de Mosul, lo que ha complicado las operaciones del Ejército. Miles de personas se han trasladado a diario desde la zona afectada hasta los campos de desplazados de las zonas controladas por el Gobierno.
A pesar de que tanto Al Bagdadi como otros líderes operacionales del grupo terrorista han huido de la ciudad, los milicianos han mantenido una ardua resistencia en la zona mediante el uso de francotiradores, coches bomba y fuego de mortero.
"Tenemos equipos trabajando día y noche para tratar a hombres, mujeres y niños que sufren heridas de bala, que han sido víctimas de una explosión o que se han visto alcanzados por fuego de mortero, pero aun así no es suficiente", ha añadido. Según ha apuntado, los trabajadores de MSF se encuentran constantemente con casos que requieren una intervención médica rápida y que debido a la falta de recursos no pueden proporcionar, poniendo en riesgo la vida de los afectados.
Por otro lado, la organización humanitaria ha alertado que desde principios de marzo, han aumentado de manera drástica los casos de desnutrición severa entre los niños procedentes de Mosul que ahora viven en los campos para desplazados internos que rodean la ciudad. "Muchas personas aseguran que no queda más leche de fórmula para bebés en ninguna parte y que los alimentos y el agua potable son cada vez más escasos", ha afirmado Defourny.
Unos 400.000 civiles podrían tener que huir de sus hogares como consecuencia de los combates en el oeste de Mosul, muy afectado ya por la escasez de alimentos y combustibles, según advirtió el sábado la coordinadora humanitaria de la ONU para Irak, Lise Grande.