MADRID, 24 Dic. (EUROPA PRESS) -
Mientras Papá Noel se prepara para las 24 horas más ocupadas del año, ¿qué habilidades utiliza para hacer un trabajo aparentemente imposible de forma efectiva y segura? ¿Pueden aplicarse a la medicina? En la edición navideña de la revista científica 'The British Medical Journal', dos médicos reflexionan sobre las muchas lecciones que la profesión médica puede aprender de Papá Noel.
Papá Noel es único en tener 364 días para prepararse para un trabajo importante, explican el cirujano Peter Brennan y la radióloga Rachel Oeppen. Aún así, advierten de que permanecer despierto durante más de 18 horas "conduce a un deterioro de la función cognitiva similar a estar dos veces por encima del límite legal de alcohol para conducir". Se sabe que los descansos regulares así como una adecuada hidratación y nutrición mientras se trabaja son vitales para mantener el rendimiento y la seguridad.
Como líder eficaz del equipo, Papá Noel se asegura de que sus renos descansen y coman mientras reparte regalos, pero cómo se las arregla para funcionar con seguridad sigue siendo un misterio dada la habitual copa de vino, jerez o licor que le dejan muchos hogares.
Así, estos científicos sugieren dejar un vaso de agua para contrarrestar los efectos físicos y mentales de la pérdida de líquidos, especialmente si Papá Noel lleva puesto este año un equipo de protección individual (EPI) por la pandemia de COVID-19. Y en lugar de darse el gusto de comer pasteles de carne ricos en azúcar, proponen que a Papá Noel le vendría mejor "los palitos de zanahoria que le dejaron a sus renos".
Papá Noel debería ser elogiado por su ejemplar compromiso con las listas de quién recibe los regalos, pero los autores señalan que sus limitadas habilidades de comunicación verbal ('ho ho ho') podrían mejorarse.
Con una carga de trabajo tan ocupada, altas expectativas y el temor a una decepción generalizada en caso de error, la presión sobre Papá Noel para que preste un servicio superlativo debe ser inmensa, según estos investigadores.
Sin embargo, no les cabe duda de que él aprecia la importancia de mantener una buena conciencia de la situación, un trabajo en equipo efectivo y una planificación anticipada, que le permita pensar en los muchos escenarios que podrían ocurrir en Nochebuena. De esta manera, evita la probabilidad de una incidencia navideña como la entrega de existencias en un lugar equivocado. Y cuando algo no parece del todo correcto, Papá Noel sabrá instintivamente que debe detener el trineo si es seguro hacerlo, dar un paso atrás y reevaluar la situación con todo el equipo.