TOLEDO, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha confirmado que la llamada prueba del talón a recién nacidos alcanzará a diagnosticar hasta "cuarenta posibles enfermedades" en los recién nacidos, de manera "que abarque casi el 95% de los problemas de la vida de un ser humano", ha subrayado a través de un vídeo publicado en sus redes sociales.
En este marco, el jefe del Gobierno castellanomanchego ha recordado que cuando tomó posesión eran diez las patologías congénitas que se podían diagnosticar de manera precoz, por lo que se ha comprometido a poner todos los medios para llegar a cuarenta, algo que "se dice fácil pero que, a la hora de la verdad, requiere tecnología, maquinaria, laboratorios", así como "muchísima gente dedicada" al servicio de cribado neonatal que, al fin y al cabo, "merece la pena", ha concluido, según ha informado la Junta en nota de prensa.
"Es un derecho realmente importante, un derecho social de los hermosos" para quienes "aunque no pueden hablar, no pueden votar, son ciudadanos", ha proseguido, en alusión a esta ampliación de la prueba del talón. Una medida que, por otro lado, "nos conviene", ha asegurado, "para poder adelantarnos a la enfermedad" y favorecer así un mejor pronóstico y tratamiento de la enfermedad por parte de los profesionales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).
En concreto, el Programa de Detección Precoz de Enfermedades Congénitas y Metabólicas en recién nacidos permite detectar problemas graves que pueden generar alteraciones en el desarrollo físico y psíquico de la persona, pudiendo ocasionar una importante discapacidad. De ahí la relevancia de poder iniciar un tratamiento temprano.
Actualmente son 27 las enfermedades que se detectan mediante este estudio analítico de sangre frente a las diez que se diagnosticaban en el año 2015, al inicio de su primer mandato.
"Vamos a seguir creciendo cada año", ha anunciado el presidente regional, para que con el horizonte puesto en el año 2027, se incrementen anualmente el número de patologías diagnosticadas en las primeras 48 horas de vida del recién nacido, una prueba que constituye una de las principales actuaciones preventivas que se llevan a cabo, en materia de salud pública, de manera universal.