TOLEDO 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Nacional de Parapléjicos ha puesto en marcha una campaña destinada a la prevención de lesiones medulares por una mala zambullida que tiene como eslogan 'Que un mal salto no te trunque el verano, ni la vida', teniendo en cuenta que el centro registró el pasado año cinco ingresos de personas que sufrieron lesiones medulares por accidente tras una zambullida, todos ellos varones jóvenes, con una edad media de 32 años.
Todas las lesiones se produjeron a la altura de las vértebras cervicales, lo que les provocó una tetraplejia, si bien la mayoría fueron lesiones medulares incompletas. Este año ya ha ingresado un joven de 18 años, con residencia en Castilla-La Mancha, que tuvo el accidente por mala zambullida el pasado mes de mayo, ha informado el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) en nota de prensa.
Según los datos de la Dirección Médica del centro que gestiona el Gobierno de Castilla-La Mancha, en 2013 los accidentes por zambullida ocurrieron en los meses de verano, principalmente en el mes de agosto.
Las comunidades de origen de estos pacientes han sido Andalucía, Asturias, Castilla-León y Extremadura. En el año 2012 ingresaron en Parapléjicos cinco pacientes por estas circunstancias, en 2011 fueron seis pacientes y cuatro en 2010.
La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales usará la valiosa herramienta de las redes sociales como Facebook y Twitter para la difusión de los mensajes de prevención bajo el paraguas del hashtag #zambullidas2014"
El cartel 'Que un mal salto no te trunque el verano, ni la vida" se puede encontrar para imprimir en alta calidad en la web del Hospital Nacional de Parapléjicos www.infomedula.org, para su libre uso y ubicación en las piscinas públicas y privadas y en cualquier zona de baño de España.
A esto se suma el apoyo y la complicidad de ayuntamientos, gestores de piscinas municipales y de comunidades de vecinos, playas y zonas de baño que se adhieren a la divulgación de los mensajes preventivos.
CONSEJOS DE LOS PROFESIONALES
Profesionales de la rehabilitación del centro recuerdan la importancia de conocer la profundidad de una piscina, un río o el mar, sobre todo en relación con la altura desde la que uno se lanza. En todo caso el bañista ha de zambullirse con los brazos situados en prolongación del cuerpo, protegiendo así el cuello y la cabeza.
Si el agua está turbia y no hay visibilidad conviene inspeccionar previamente la zona para comprobar su profundidad y que no haya elementos sumergidos como rocas, árboles u otros objetos contra los que se pueda impactar.
En lugares como ríos, lagos, playas o embalses los niveles del agua pueden variar de un día para otro por las mareas, aperturas o cierres de compuertas, por lo que es conveniente comprobar siempre la profundidad.