MADRID 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
La directora ejecutiva de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Estados Unidos, Avril Benoît, ha alertado de que los recortes de EEUU a la ayuda exterior han provocado una interrupción masiva en programas de salud global y ayuda humanitaria, lo que supone un "riesgo catastrófico" para millones de personas.
La organización explica que, tres meses después de que la administración Trump suspendiera toda la asistencia internacional a la espera de una revisión, "Estados Unidos ha eliminado gran parte de su financiación para programas de salud global y ayuda humanitaria, ha desmantelado la estructura gubernamental federal encargada de supervisar estas actividades y ha despedido a muchos de los responsables clave de su implementación".
Así, señala que pacientes de todo el mundo tratan de entender cómo podrán continuar con sus tratamientos, los proveedores médicos luchan por mantener servicios esenciales y las organizaciones humanitarias alertan sobre el aumento desmedido de necesidades en países que ya enfrentan emergencias.
"Estos recortes repentinos de la administración Trump son un desastre provocado por el hombre para millones de personas que luchan por sobrevivir en medio de guerras, brotes de enfermedades y otras emergencias", afirma Benoît, directora ejecutiva de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Estados Unidos.
"Somos una organización de respuesta a emergencias, pero nunca habíamos visto nada parecido a esta interrupción masiva en programas de salud global y ayuda humanitaria. Los riesgos son catastróficos, especialmente porque quienes dependen de esta asistencia son ya de por sí algunas de las personas más vulnerables del mundo", ha reiterado.
Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo el principal impulsor de los programas de salud global y asistencia humanitaria, siendo responsable de aproximadamente el 40 por ciento de toda la financiación relacionada. MSF asegura que estas inversiones estadounidenses han contribuido a mejorar la salud y el bienestar de comunidades en todo el mundo, y representaron menos del 1 por ciento del presupuesto federal anual.
"CONSECUENCIAS DEVASTADORAS"
MSF afirma que poner fin bruscamente a estas ayudas ya está teniendo "consecuencias devastadoras" para las personas que dependen de ella, incluidas aquellas en riesgo de desnutrición, enfermedades infecciosas o atrapadas en crisis humanitarias en todo el mundo.
"Estos importantes recortes de financiación y personal de Estados Unidos forman parte de una agenda política más amplia que impacta de manera profunda a quienes ya tienen un acceso limitado a la asistencia por la persecución y la discriminación, como las personas refugiadas y migrantes, los civiles atrapados en conflictos, las personas LGBTQI+ y cualquiera que pueda quedarse embarazada", explican desde la organización.
Los equipos de MSF aseguran que ya están presenciando algunas de las consecuencias potencialmente mortales de las medidas adoptadas por la administración hasta la fecha. Recientemente, la administración estadounidense canceló casi todos los programas de asistencia humanitaria en Yemen y Afganistán, dos de los países con mayores necesidades humanitarias del mundo.
Después de años de conflicto y crisis acumuladas, se estima que 19,5 millones de personas en Yemen -más de la mitad de la población- dependen de la ayuda. "La decisión de castigar a las poblaciones civiles atrapadas en estos dos conflictos socava los principios fundamentales de la acción humanitaria", señalan desde MSF.
Además, los equipos de MSF resaltan que han visto cómo organizaciones financiadas por Estados Unidos reducen o cancelan otras actividades vitales, como campañas de vacunación, protección y atención a personas en zonas de conflicto, servicios de salud sexual y reproductiva, provisión de agua potable y servicios de saneamiento adecuados.
"Es impactante ver a Estados Unidos abandonar su papel de liderazgo en la salud global y la repuesta humanitaria. La ayuda estadounidense ha sido un salvavidas para millones de personas, y quitar ese apoyo provocará más muertes evitables y sufrimiento incalculable en todo el mundo. No podemos aceptar esta peligrosa nueva normalidad. Instamos a la administración y al Congreso a mantener su compromiso con el apoyo a la salud global y la ayuda humanitaria", ha finalizado Benoît.