MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) celebra el anuncio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que 6 países recibirán tecnología del Centro de Transferencia de Tecnología de ARNm Covid-19, lo que marca un hito positivo en el camino hacia la ampliación de la capacidad de fabricación de vacunas en los países de ingresos bajos y medios.
Concretamente, la OMS ha adelantado que Egipto, Kenia, Nigeria, Senegal, Sudáfrica y Túnez serán los primeros receptores de la tecnología del centro, que tiene como objetivo apoyar y facilitar la transferencia de tecnología de la plataforma de vacunas ARNm a fabricantes interesados de países africanos, así como de otros estados de ingresos bajos y medios.
El socio de investigación y desarrollo del centro, la empresa sudafricana Afrigen Biologics and Vaccines, ha logrado recientemente producir lotes de microlitros de una vacuna ARNm basada en la secuencia disponible públicamente de la vacuna de la corporación farmacéutica estadounidense Moderna.
"Y lo ha conseguido a pesar de la falta de ayuda por parte de Moderna aunque su vacuna ha sido financiada, en gran medida, con fondos públicos", afirman desde la organización. El plazo para que el centro produzca una vacuna final de ARNm y la final transferencia de tecnología a los fabricantes es considerable, pero podría acortarse significativamente si Moderna prestara asistencia técnica al centro, según defienden desde MSF.
"Es alentador ver que el centro de transferencia de tecnología ARNm está cada vez más cerca de desarrollar y validar la primera plataforma de producción de vacunas ARNm de acceso abierto del mundo", sostiene la coordinadora de Incidencia Política de la Campaña de Acceso de MSF para la región de África, Kate Stegeman. A su juicio, la reciente noticia de que Afrigen ha conseguido fabricar un prototipo completo de una vacuna ARNm contra la COVID-19 basada en el modelo de Moderna es un primer paso "realmente prometedor".
No obstante, advierte de que se necesitan muchos más avances, como el desarrollo de una versión más estable al calor, la realización de ensayos clínicos y el desarrollo de un proceso de fabricación a gran escala. Por ello, MSF insta a Moderna, cuya vacuna es la más parecida a la diseñada por Afrigen, a que preste asistencia técnica al centro para acortar los plazos de producción de la vacuna.
Aunque el centro es sin duda una iniciativa importante ahora y para futuras respuestas ante la pandemia, la forma más rápida de iniciar la producción de vacunas en los países africanos y otras regiones con una producción limitada de vacunas sigue siendo la transferencia completa y transparente de los conocimientos técnicos sobre vacunas de las tecnologías de ARNm ya aprobadas a las empresas con capacidad existente que pueden ser readaptadas para producir vacunas de ARNm. Una investigación de MSF ha identificado más de 100 fabricantes en Asia, África y América Latina con potencial para fabricar vacunas ARNm.
"Diversificar la capacidad de fabricación de vacunas ARNm hacia los países de ingresos bajos y medios debería ser una prioridad sanitaria mundial", apunta Stegeman. Tal y como explica, un mayor número de regiones que produzcan vacunas ARNm como preparación esencial contra las enfermedades infecciosas podría reforzar la respuesta no solo a la COVID-19 y a futuras enfermedades infecciosas, sino también, potencialmente, a las ya existentes, como la malaria, la tuberculosis y el VIH.
Para MSF, el Centro de Transferencia de Tecnología de la Vacuna ARNm COVID-19 de la OMS y todos los socios de transferencia de tecnología deberían garantizar que la tecnología ARNm compartida esté libre de restricciones de propiedad intelectual, al menos en todos los países de ingresos bajos y medios, o que los derechos de propiedad intelectual estén disponibles a través de licencias transparentes y no exclusivas para producir, exportar y distribuir la vacuna COVID-19 en todos los países de ingresos bajos y medios, incluso a través de COVAX.
"Además, Moderna debería retirar inmediatamente todas las patentes y solicitudes relacionadas con las vacunas ARNm que la corporación tiene concedidas en Sudáfrica", instan. Estas patentes podrían crear riesgos legales de posibles disputas de patentes para las entidades que adquieran tecnologías del Centro de Transferencia de Tecnología de Vacunas ARNm COVID-19 en Sudáfrica, establecido en colaboración con la OMS.