MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que, "a pesar de la creciente conciencia de la amenaza urgente de la resistencia a los antibióticos", sigue habiendo escasez mundial de antibióticos innovadores, lo que impulsa la propagación de la resistencia a los medicamentos.
"El mundo sigue sin desarrollar tratamientos antibacterianos que se necesitan desesperadamente", señala un informe publicado este jueves, que revela que ninguno de los 43 antibióticos que se encuentran actualmente en desarrollo clínico aborda suficientemente el problema de la resistencia a los medicamentos en las bacterias más peligrosas del mundo.
"El fracaso persistente para desarrollar, fabricar y distribuir nuevos antibióticos eficaces está alimentando aún más el impacto de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) y amenaza nuestra capacidad para tratar con éxito las infecciones bacterianas", advierte el doctor Hanan Balkhy, subdirector General de la OMS sobre RAM.
El impacto de la resistencia a los antimicrobianos es más severo en entornos con recursos limitados y entre grupos vulnerables como los recién nacidos y los niños pequeños. La neumonía bacteriana y las infecciones del torrente sanguíneo se encuentran entre las principales causas de mortalidad infantil en menores de 5 años. Aproximadamente el 30% de los recién nacidos con sepsis mueren debido a infecciones bacterianas resistentes a múltiples antibióticos de primera línea.
El informe incluye por primera vez una descripción general completa de los medicamentos antibacterianos no tradicionales. Destaca 27 agentes antibacterianos no tradicionales en proceso que van desde anticuerpos hasta bacteriófagos y terapias que apoyan la respuesta inmune del paciente y debilitan el efecto de las bacterias.
Asimismo, señala que hay algunos productos prometedores en diferentes etapas de desarrollo. Sin embargo, solo una fracción de estos llegará al mercado debido a los desafíos económicos y científicos inherentes al proceso de desarrollo de fármacos. Esto, junto con el pequeño retorno de la inversión de los productos antibióticos exitosos, ha limitado el interés de los principales inversores privados y de la mayoría de las grandes empresas farmacéuticas.
Además, confirma que la cartera preclínica y clínica sigue siendo impulsada por pequeñas y medianas empresas. Estas empresas a menudo luchan por financiar sus productos hasta las últimas etapas del desarrollo clínico o hasta que se obtenga la aprobación regulatoria.
APROVECHAR LA EXPERIENCIA DE LA PANDEMIA DE COVID-19
Hay muchos factores que han acelerado la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos en todo el mundo, entre ellos el uso excesivo e indebido de medicamentos en los seres humanos, en la ganadería y la agricultura; pero también un uso indebido de antibióticos durante la pandemia de COVID-19 podría conducir a la aparición y propagación aceleradas de resistencia a los antimicrobianos.
En rueda de prensa este jueves desde Ginebra (Suiza), el director de Coordinación Mundial de la RAM en la OMS, Haileyesus Getahun, ha instado a "aprovechar las oportunidades que surgen de la pandemia de COVID-19 para poner en primer plano las necesidades de inversiones sostenibles en I+D de antibióticos nuevos y eficaces".
"Los antibióticos son el talón de Aquiles de la cobertura sanitaria universal y de nuestra seguridad sanitaria mundial. Necesitamos un esfuerzo mundial sostenido que incluya mecanismos de financiación conjunta e inversiones nuevas y adicionales para hacer frente a la magnitud de la amenaza de la RAM", ha insistido.
En su informe, la OMS resalta que la crisis de la COVID-19 "ha profundizado en la comprensión global de las implicaciones sanitarias y económicas de una pandemia incontrolada". "También ha acentuado las lagunas en la financiación sostenible para hacer frente a estos riesgos, incluidas las inversiones en I+D de medicamentos antimicrobianos y vacunas, al tiempo que ha puesto de manifiesto los rápidos avances que pueden lograrse cuando hay suficiente voluntad política y emprendimiento", detallan.
En la actualidad, los tratamientos contra las infecciones bacterianas son menos eficaces que los de nuestros padres o abuelos en los años 60 o 70, cuando las bacterias multirresistentes estaban empezando a aparacer pero eran poco prevalentes. Conocer estos mecanismos de resistencia antimicrobiana cobra cada vez más importancia. Los expertos recuerdan, por ejemplo, que transplantes, quimioterapia o algunas cirugías corrientes no serían posibles sin la acción de los antibióticos.
España refleja una bajada en el consumo nacional de antibióticos en salud humana del 11,8 por ciento entre 2015 y 2019, aunque la media total continúa colocándose en cualquier caso por encima de la europea. Según los datos del último Eurobarómetro sobre resistencia a los antimicrobianos, el 50 por ciento de la población española piensa de forma equivocada que los antibióticos son eficaces contra los virus, el 36 por ciento cree que son útiles para tratar la gripe o el resfriado y el 5 por ciento consume antibióticos sin prescripción médica. Además, alrededor de un 20 por ciento de los pacientes que acuden a la farmacia solicitando un antibiótico, lo hace sin aportar una prescripción médica.