MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Informe de Salud Europeo 2021, publicado este jueves por la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, alerta de que, tras el gran impacto de la pandemia de la Covid-19, los países se enfrentan a "enormes desafíos para abordar las inequidades en salud" y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la salud para 2030, aunque considera que aún se pueden tomar "decisiones difíciles" que apoyen las medidas necesarias para mejorar su futuro sanitario.
El informe, que se publica cada tres años, hace un balance del progreso de la Región en los indicadores de salud de los ODS, como la cobertura universal de salud, las enfermedades no transmisibles y la salud ambiental, pero también ilustra cómo la pandemia de COVID-19 ha obstaculizado los esfuerzos de los países para alcanzar metas cruciales.
Por primera vez, el informe incluye un conjunto de proyecciones que describen los impactos en la salud en tres escenarios: no se toman medidas estratégicas para volver a encarrilarse; se acelera y fortalece el progreso; o el progreso se ralentiza y diluye aún más.
"Tenemos una dura elección en este momento casi dos años después de la pandemia. Podemos priorizar el sector de la salud como nunca antes, con un enfoque urgente en temas que se han descuidado durante mucho tiempo, incluida la salud mental, reconociendo los sistemas de salud y los trabajadores de la salud como pilares esenciales de la recuperación socioeconómica y clave para prepararse para futuras crisis", ha señalado Hans Henri P. Kluge, director regional de la OMS para Europa.
"O podemos perder la oportunidad que tenemos, poniendo en peligro la salud y el bienestar de los ciudadanos y socavando la seguridad sanitaria de países individuales y, de hecho, de toda nuestra Región. La elección es obvia", ha añadido.
Entre los datos positivos que arroja el informe, se observa que todos los países de la Región Europea de la OMS han alcanzado la meta de los ODS de mortalidad materna de menos de 70 por 100.000 nacidos vivos para 2030; la tasa promedio de la Región es de 13 por 100 000 nacidos vivos, a partir de 2017.
Asimismo, casi todos los países han alcanzado la meta de los ODS de una tasa de mortalidad infantil y neonatal inferior a 12 y 25 muertes por cada 1000 nacidos vivos, respectivamente; la tasa promedio de la Región es de 4 y 8 defunciones por 1.000 nacidos vivos, respectivamente.
Y, finalmente, la Región también ha visto avances mixtos en la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles. Entre 2010 y 2018, la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares se redujo en casi un 20 por ciento y casi un 10 por ciento por cáncer, aunque el cáncer sigue representando más del 20 por ciento de todas las muertes, situación que se agudiza aún más por el impacto de la pandemia en el cribado del cáncer y tratamiento.
NO TODOS LOS DATOS SON POSITIVOS
El informe también encuentra que la pandemia ha tenido un impacto sin precedentes en la salud mental de las personas en la Región. La evidencia preliminar sugiere que, aunque la mayor disminución en el bienestar mental se produjo entre los hombres de 18 a 24 años, el bienestar mental más bajo se registró entre las mujeres de 18 a 24 años y de 35 a 44 años.
Siguiendo con el COVID-19, la pandemia ha puesto a prueba los sistemas de salud sin medida, lo que ha provocado importantes interrupciones en los servicios de salud. En 2020, durante los primeros meses de la pandemia, el 40 por ciento de los servicios esenciales de salud estaban al menos parcialmente interrumpidos en la Región. Este patrón persistió en 2021, con alrededor del 29 por ciento de los servicios de salud todavía al menos parcialmente interrumpidos durante los primeros tres meses del año.
El suicidio sigue siendo un factor importante que contribuye a la mortalidad prematura. A pesar de una tendencia a la baja, la Región todavía tiene una de las tasas de mortalidad por suicidio estandarizadas por edad más altas del mundo. En 2019, incluso antes de la pandemia, 119.000 personas en la Región murieron por suicidio.
Por otro lado, Europa es una de las dos regiones de la OMS donde el número de infecciones por el VIH está aumentando. Las nuevas infecciones por el VIH aumentaron un 6% por cada 1000 personas no infectadas entre 2015 y 2019.
Asimismo, la protección financiera continúa siendo un desafío en la Región. El gasto catastrófico en salud (la incapacidad de un hogar para pagar la atención médica debido a los altos costos) lo experimentan entre el 1 y el 19 por ciento de todos los hogares en todos los países.
En cuanto a las enfermedades no transmisibles, a pesar de los avances recientes en la Región para abordar factores de riesgo como el consumo de alcohol y tabaco, el 26 % de la población adulta todavía fuma tabaco (en comparación con el promedio mundial de 23,6 %) y los adultos beben en promedio 9,5 litros de alcohol puro por año (frente a la media mundial de 5,8 litros). Llama la atención, que casi 1 de cada 3 niños en la Región tiene sobrepeso u obesidad.