MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud ha anunciado que amplía sus operaciones en África, debido a que la región se enfrenta a una inseguridad alimentaria aguda causada por conflictos, fenómenos meteorológicos extremos (incluida la peor sequía en 40 años) inducidos por el cambio climático, el aumento de los precios internacionales de los alimentos y el combustible y el impacto de la pandemia.
Más de 80 millones de personas en la región de África oriental padecen inseguridad alimentaria y recurren a medidas desesperadas para alimentarse a sí mismos y a sus familias. La desnutrición aguda es alta, especialmente entre los niños.
"El costo de la inacción es alto. Si bien la prioridad clara es evitar que las personas mueran de hambre, debemos fortalecer simultáneamente nuestra respuesta de salud para prevenir enfermedades y salvar vidas. Incluso una vida perdida por una enfermedad prevenible con vacunas, diarrea o complicaciones médicas por desnutrición en el mundo de hoy es una vida de más", ha comentado la subdirectora general de Respuestas a Emergencias de la OMS, Ibrahima Socé.
La institución apunta que a medida que aumenta la desnutrición, aumentan las necesidades de salud en la región, especialmente entre los niños, y el agua limpia escasea. Asimismo, a medida que las personas abandonan sus hogares en busca de alimentos, ya no pueden acceder a los servicios de salud y corren un mayor riesgo de brotes de enfermedades.
Esta respuesta se llevará a cabo principalmente en los siete países más afectados: Djibouti, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Uganda.
La OMS está estableciendo un centro en Nairobi, desde donde coordinará la respuesta y organizará la entrega de suministros médicos vitales donde más se necesiten. Estos suministros incluyen medicamentos, vacunas, así como los medicamentos y equipos necesarios para tratar a los niños que están gravemente desnutridos.
Además de proporcionar estos suministros críticos, la organización está trabajando con los ministerios de salud de los países afectados para establecer sistemas sólidos de vigilancia de enfermedades para poder detectar y responder rápidamente a los brotes de enfermedades.