MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha certificado a Cabo Verde como país libre de malaria, lo que marca un logro significativo en la salud mundial ya que ahora son 43 los países y un territorio en los que la OMS ha otorgado esta certificación.
Cabo Verde es el tercer país certificado en la región africana de la OMS, uniéndose a Mauricio y Argelia, que lo fueron en 1973 y 2019, respectivamente. La carga de malaria es la más alta del continente africano, que representó aproximadamente el 95 por ciento de los casos mundiales de malaria y el 96 por ciento de las muertes relacionadas en 2021.
La certificación de la eliminación de la malaria impulsará un desarrollo positivo en muchos frentes para Cabo Verde. Los sistemas y estructuras construidos para la eliminación de la malaria han fortalecido el sistema de salud y se utilizarán para combatir otras enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue.
Los viajeros de regiones no endémicas de malaria ahora pueden viajar a las islas de Cabo Verde sin temor a infecciones locales de malaria y los posibles inconvenientes de las medidas de tratamiento preventivo. Esto tiene el potencial de atraer más visitantes e impulsar las actividades socioeconómicas en un país donde el turismo representa aproximadamente el 25 por ciento del PIB.
"Felicito al gobierno y al pueblo de Cabo Verde por su compromiso inquebrantable y su resiliencia en su camino hacia la eliminación de la malaria", afirma el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus. "La certificación de la OMS de que Cabo Verde está libre de malaria es testimonio del poder de la planificación estratégica de salud pública, la colaboración y el esfuerzo sostenido para proteger y promover la salud. El éxito de Cabo Verde es el último en la lucha mundial contra la malaria y nos da la esperanza de que con las herramientas existentes, así como con otras nuevas, incluidas las vacunas, podemos atrevernos a soñar con un mundo libre de malaria", añade.
La certificación de la eliminación de la malaria es el reconocimiento oficial por parte de la OMS del estado libre de malaria de un país. La certificación se otorga cuando un país ha demostrado -con evidencia rigurosa y creíble- que la cadena de transmisión autóctona de la malaria por los mosquitos 'Anopheles' se ha interrumpido a nivel nacional durante al menos los últimos tres años consecutivos. Un país también debe demostrar la capacidad de impedir el restablecimiento de la transmisión.
"La certificación como país libre de malaria tiene un impacto enorme y ha tomado mucho tiempo llegar a este punto. En términos de imagen exterior del país, es muy buena, tanto para el turismo como para todos los demás. Se está reconociendo el desafío que Cabo Verde ha superado en el sistema de salud", apunta el Primer Ministro de Cabo Verde, Ulisses Correia e Silva.
Cabo Verde, un archipiélago de 10 islas en el Océano Atlántico Central, ha enfrentado importantes desafíos en materia de malaria. Antes de la década de 1950, todas las islas estaban afectadas por la malaria. Las epidemias graves eran frecuentes en las zonas más densamente pobladas hasta que se implementaron intervenciones específicas.
Mediante el uso selectivo de fumigaciones con insecticidas, el país eliminó la malaria dos veces: en 1967 y 1983. Sin embargo, posteriores fallas en el control de vectores provocaron un regreso de la enfermedad. Desde el último pico de casos de malaria a fines de la década de 1980, la malaria en Cabo Verde se ha limitado a dos islas: Santiago y Boa Vista, que ahora están libres de malaria desde 2017.
"El logro de Cabo Verde es un rayo de esperanza para la Región Africana y más allá. Demuestra que con una fuerte voluntad política, políticas efectivas, compromiso comunitario y colaboración multisectorial, la eliminación de la malaria es un objetivo alcanzable", afirma el director regional de la OMS para África, el doctor Matshidiso Moeti. "El logro de este hito por parte de Cabo Verde es un ejemplo inspirador a seguir por otras naciones", añade.
El camino de Cabo Verde hacia la eliminación de la malaria ha sido largo y recibió un impulso con la inclusión de este objetivo en su política nacional de salud en 2007. Un plan estratégico contra la malaria de 2009 a 2013 sentó las bases para el éxito, centrándose en un diagnóstico ampliado y un tratamiento temprano y eficaz. Para detener la marea de casos importados de África continental, se proporcionaron diagnósticos y tratamientos gratuitos a los viajeros y migrantes internacionales.
En 2017, el país convirtió un brote en una oportunidad. Cabo Verde identificó problemas e introdujo mejoras, lo que llevó a cero casos indígenas durante tres años consecutivos.
Durante la actual pandemia de Covid-19, el país salvaguardó el progreso; los esfuerzos se centraron en mejorar la calidad y la sostenibilidad del control de vectores y el diagnóstico de la malaria, fortaleciendo la vigilancia de la malaria, especialmente en los puertos, aeropuertos, en la ciudad capital y en áreas con riesgo de restablecimiento de la malaria.
La colaboración entre el Ministerio de Salud y varios departamentos gubernamentales centrados en el medio ambiente, la agricultura, el transporte, el turismo y más, jugó un papel fundamental en el éxito de Cabo Verde. La comisión interministerial para el control de vectores, presidida por el primer ministro, fue clave para la eliminación. El esfuerzo colaborativo y el compromiso de las organizaciones comunitarias y las ONG demuestran la importancia de un enfoque holístico de la salud pública.