MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un grupo internacional de expertos ha desarrollado un programa de investigación, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Consorcio Internacional de Infecciones Respiratorias Agudas Severas y Emergentes (ISARIC) y asociaciones de pacientes, para iniciar una nueva investigación sobre la COVID-19 persistente.
Una parte importante de las personas diagnosticadas de COVID-19 experimentan posteriormente síntomas duraderos, como fatiga, disnea y complicaciones neurológicas, meses después de la infección aguda. Sin embargo, las pruebas de esta enfermedad son limitadas y se basan en pequeñas cohortes de pacientes con un seguimiento a corto plazo.
Así, los responsables de esta nueva investigación consideran que "existe una necesidad urgente de desarrollar un conjunto de resultados básicos para optimizar y estandarizar la recopilación de datos clínicos y la presentación de informes en los estudios (especialmente en los ensayos clínicos) y en la práctica clínica de esta enfermedad".
Este proyecto, que tendrá como título 'Post-COVID Condition Core Outcomes', empezará por encuestar a las personas que viven con la COVID-19 persistente, evaluar qué resultados son importantes y construir un plan en dos fases. La primera fase se centrará en qué resultados deben medirse y la segunda en cómo medirlos.
El objetivo de los investigadores es completar la primera fase (qué resultados medir) en el verano de 2021 y la segunda fase (cómo medir estos resultados) en 2022.