MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha solicitado no distribuir a las familias muestras, cupones o productos de alimentos para lactantes y bebés y ha recomendado a las empresas fabricantes que no patrocinen campañas y reuniones de los profesionales sanitarios.
Así lo han acordado en la 69 Asamblea Mundial de la Salud, que finalizó este sábado, y en la que los delegados de la OMS aprobaron una guía para acabar con la promoción "inadecuada" de alimentos para lactantes y bebés.
Con el fin de proteger, promover y apoyar la lactancia infantil, en el trabajo se pide que la comercialización de las 'fórmulas de seguimiento' y las 'leches de crecimiento' para niños de 6 meses a 3 años, se regule de la misma manera que las fórmulas infantiles de 0 a 6 meses.
Esta recomendación se produce después de constatar la "mala calidad nutricional" de algunos alimentos y bebidas para bebés y niños de hasta tres años. Por ello, la OMS ha subrayado la necesidad de que estos alimentos sólo se comercialicen si cumplen con los estándares establecidos de composición, seguridad, calidad y nutrientes, así como con las directrices dietéticas nacionales.
PIDE A LOS MÉDICOS NO ACEPTAR REGALOS
Asimismo, el organismo ha instado a los profesionales sanitarios a no aceptar regalos o muestras gratuitas de los fabricantes y distribuidores de estos productos y a los países a aplicar estas orientaciones.
No obstante, los representantes de los estados miembros han pedido también apoyo a la OMS para aplicar estas recomendaciones, supervisar y evaluar su impacto en la nutrición de los lactantes y bebés; así como trabajar con otras organizaciones internacionales para la aplicación nacional de la guía y que informe a la Asamblea en 2018 y 2020.
Por otra parte, la organización ha pedido a los países realizar políticas concretas, adoptar compromisos financieros para mejorar la dieta de las personas e informar regularmente sobre las políticas e inversiones que lleven a cabo.
Finalmente, los delegados han solicitado que la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) trabajen de forma conjunta para ayudar a los países a desarrollar, fortalecer y poner en práctica sus planes y mantener una base de datos de libre acceso a los compromisos de responsabilidad pública.