MADRID 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
La terminología utilizada para describir la transmisión de patógenos a través del aire varía según las disciplinas científicas, las organizaciones y el público en general. Tras consultar con expertos y agencias de salud pública, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un informe de consulta técnica global que presenta un consenso sobre la terminología correcta a la hora de hablar de patógenos que se transmiten por el aire y que define términos como 'partículas respiratorias infecciosas' o 'transmisión aérea'.
Si bien el uso de diferente terminología se ha producido durante décadas, durante la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), los términos 'partículas respiratorias', 'partículas infecciosas', 'gotitas', 'aerosoles', 'transmisión aérea' o 'transmisión por aerosol', fueron utilizados de diferentes maneras por las diferentes partes interesadas, lo que motivo que se pidiera a expertos de diversos sectores que brindaran orientación científica y política.
La publicación, titulada 'Informe de consulta técnica mundial sobre terminología propuesta para patógenos que se transmiten por el aire', es el resultado de un amplio esfuerzo de colaboración de varios años y refleja un acuerdo compartido sobre terminología entre la OMS, los expertos y cuatro importantes organismos de salud pública.
Así, han colaborado Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades; Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades; Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades; y Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Este acuerdo subraya el compromiso colectivo de las agencias de salud pública para avanzar juntos en este asunto.
Los patógenos cubiertos incluyen aquellos que causan infecciones respiratorias, por ejemplo, COVID-19, gripe, sarampión, síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y tuberculosis, entre otros. La amplia consulta se llevó a cabo en múltiples pasos entre 2021 y 2023 y abordó la falta de terminología común para describir la transmisión de patógenos a través del aire en todas las disciplinas científicas.
El desafío se hizo particularmente evidente durante la pandemia de COVID-19, cuando se pidió a expertos de diversos sectores que brindaran orientación científica y política. La diversidad de terminologías puso de relieve lagunas en el entendimiento común y contribuyó a los desafíos en la comunicación pública y los esfuerzos para frenar la transmisión del patógeno.
Junto con una gama muy diversa de importantes agencias de salud pública y expertos en múltiples disciplinas, nos complace haber podido abordar esta cuestión compleja y oportuna y alcanzar un consenso", afirma el doctor Jeremy Farrar, científico jefe de la OMS.
"La terminología acordada para los patógenos que se transmiten por el aire ayudará a establecer un nuevo camino para las agendas de investigación y la implementación de intervenciones de salud pública para identificar, comunicar y responder a los patógenos nuevos y existentes", añade.
Las personas infectadas con un patógeno respiratorio pueden generar y expulsar partículas infecciosas que contienen el patógeno a través de la boca o la nariz al respirar, hablar, cantar, escupir, toser o estornudar. Estas partículas deben describirse con el término "partículas respiratorias infecciosas" o IRP. Los IRP existen en un espectro continuo de tamaños y no se deben aplicar puntos de corte únicos para distinguir las partículas más pequeñas de las más grandes. Esto facilita alejarse de la dicotomía de los términos utilizados anteriormente: 'aerosoles' (generalmente partículas más pequeñas) y 'gotitas' (generalmente partículas más grandes).
El descriptor "a través del aire" se puede utilizar de manera general para caracterizar una enfermedad infecciosa en la que el principal modo de transmisión implica que el patógeno viaje por el aire o esté suspendido en el aire. Bajo el término "transmisión a través del aire", se pueden utilizar dos descriptores.
Por un lado, la transmisión aérea o inhalación, para los casos en que los IRP son expulsados al aire e inhalados por otra persona. La transmisión por aire o la inhalación pueden ocurrir a corta o larga distancia de la persona infecciosa y la distancia depende de varios factores (flujo de aire, humedad, temperatura, ventilación, etc.). En teoría, los IRP pueden ingresar al cuerpo en cualquier punto a lo largo del tracto respiratorio humano, pero los sitios de entrada preferidos pueden ser específicos de patógenos.
Y, por otro, la deposición directa, para los casos en los que los IRP son expulsados al aire por una persona infecciosa y luego se depositan directamente en la boca, la nariz o los ojos expuestos de otra persona cercana, ingresando luego al sistema respiratorio humano y potencialmente causando una infección.
"Este proceso de consulta técnica mundial fue un esfuerzo concertado de muchos expertos influyentes y experimentados", señala el doctor Gagandeep Kang, del Christian Medical College de Vellore (India), copresidente del Grupo de Trabajo Técnico de la OMS.
"Alcanzar un consenso sobre estas terminologías para atraer a las partes interesadas de una manera sin precedentes no fue una tarea fácil. Completar esta consulta nos brinda una nueva oportunidad y un punto de partida para avanzar hacia una mejor comprensión y principios acordados para las enfermedades que se transmiten por el aire", añade el doctor Yuguo Li de la Universidad de Hong Kong, RAE de Hong Kong (China), quien también copresidió el Grupo de Trabajo Técnico.