La sentencia allana el camino para la ejecución de un hombre esquizofrénico condenado a muerte por asesinato
ISLAMABAD, 21 Oct. (Reuters/EP) -
El Tribunal Supremo de Pakistán ha descartado que la esquizofrenia pueda incluirse en su definición legal de trastornos mentales, lo que permite allanar el camino para la ejecución, prevista para la próxima semana, de un hombre con problemas mentales condenado por asesinato.
Médicos gubernamentales certificaron en 2012 que Imdad Ali, de 50 años, tenía esquizofrenia paranoide, después de que fuera condenado y sentenciado a muerte por el asesinato en 2001 de un clérigo.
Sus abogados argumentaron que Alí no debería ser ejecutado ya que es incapaz de comprender su delito y su castigo, y que al hacerlo se violaría las obligaciones de Pakistán en virtud del Convenio Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Sin embargo, una sala de tres magistrados del Supremo, encabezada por el presidente del mismo Anwer Zaheer Jamali, ha dictaminado que la esquizofrenia "no es un trastorno mental permanente". "Por tanto, es una enfermedad recuperable que, en todos los casos, no entra dentro de la definición de 'trastorno mental'", han explicado los jueces en el veredicto de este jueves.
La sentencia se sustenta en dos definiciones del diccionario sobre el término 'esquizofrenia', así como en una sentencia de 1988 del Tribunal Supremo de la vecina India.
El doctor Tahir Feroze, un psiquiatra del Gobierno que ha tratado a Alí durante los ocho últimos años de su encarcelamiento, ha explicado que él y otros dos facultativos certificaron la situación del recluso en 2012.
SUFRE ALUCINACIONES CONTINUAMENTE
Alí sufre de alucinaciones de que controla el mundo, es perseguido y escucha voces en su cabeza que le dan órdenes, según Feroze y Safia Bano, su mujer. "Está completamente delirando", ha contado Bano a Reuters.
La abogada de Alí, Sarah Belal, ha explicado que el informe gubernamental certificando el estado de su cliente no se presentó ante el tribunal hasta 2016. En su sentencia, el tribunal desestimó el historial médico y una declaración jurada de Feroze.
La sentencia es "intolerable", ha sostenido el grupo de defensa de los Derechos Humanos Reprieve, con sede en Reino Unido. "Es indignante que el Tribunal Supremo de Pakistán afirme que la esquizofrenia no es una enfermedad mental", ha lamentado su directora, Maya Foa.
Pakistán ha ejecutado a 425 personas desde que volvió a introducir la pena de muerte en 2014, tras una masacre en una escuela de Peshawar en la que milicianos talibán mataron a más de 150 personas. Alí podría sumarse a esta lista a partir del miércoles.
Como último recurso, su mujer ha dicho que solicitará el indulto de su marido de los herederos de su víctima, una característica de la ley islámica usada en Pakistán que podría ayudar a evitar su ejecución. "Hemos contactado a algunas personas próximas a su familia", ha explicado, pero "por ahora se han negado a recibirnos".