MADRID 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) ha demandado una transformación del sistema de cuidados centrado en las mujeres con enfermedades crónicas y que ejercen rol de cuidadoras, al tiempo que ha recordado que el 90 por ciento de las personas cuidadoras son mujeres y un 19 por ciento son personas con enfermedad crónica.
En este sentido, la POP señala que las personas que sufren una enfermedad crónica necesitan, en algunos casos, recibir cuidados de un familiar o cuidador profesional. En otros casos, a pesar de tener una enfermedad crónica, ejercen como cuidador de otro familiar, adulto o menor.
"La necesidad de cuidados y el rol que se ejerce de persona cuidadora depende en gran medida de las características sociodemográficas de la persona", ha afirmado la presidenta de la POP Carina Escobar.
Asimismo, un 17 por ciento de las mujeres con enfermedades crónicas con discapacidad reconocida cuidan habitualmente a otra persona con enfermedad, discapacidad o dependencia y quienes lo hacen dedican una media de 27 horas a la semana. Además, un tercio de las mujeres (32%) con discapacidad están a cargo del cuidado de menores.
Por otro lado, un 45 por ciento de las mujeres con discapacidad y enfermedad crónica afirman necesitar ayuda en sus necesidades cotidianas. "Estos datos son muy importantes, pero más aún la escasez de apoyo que manifiestan. Debemos poner en valor y reconocer la valentía y coraje de todas aquellas pacientes y cuidadoras que se tienen que lidiar con su enfermedad y a la vez con la complejidad de la vida diaria", ha comentado la presidenta de la POP.
BIENESTAR EMOCIONAL Y CRONICIDAD
En cuanto al aspecto psicológico, desde la POP resaltan que es importante mencionar que las enfermedades crónicas afectan al bienestar emocional de las personas que conviven con ellas por las limitaciones que conllevan, lo que impacta en su propia enfermedad, ya que los pacientes atienden menos a los síntomas, se saltan citas médicas o son menos adherentes a sus tratamientos.
El impacto que tienen las enfermedades crónicas sobre las mujeres de más edad también es mayor. Según el 'Estudio del impacto de la enfermedad crónica en las personas mayores', realizado por la POP a finales de 2022, el 37 por ciento de las mujeres mayores de 65 años encuestadas contaban con mal estado de ánimo frecuente debido a su enfermedad crónica, mientras que este porcentaje es solo del 17 por ciento en hombres.
"La pérdida de autonomía personal, de movilidad, el impacto emocional, la disminución de las relaciones sociales o la soledad, son condicionantes claros del impacto que las enfermedades crónicas tienen especialmente sobre las mujeres mayores. En definitiva, las mujeres mayores se enfrentan a más desafíos al equilibrar el cuidado de otros con sus propias necesidades de salud", ha subrayado Escobar.
En este sentido, la plataforma recuerda que el perfil más vulnerable es el de mujeres mayores de 80 años, con ingresos y nivel de estudios bajos, con pluripatología y con barreras de comunicación con sus profesionales sanitarios que limitan su auto cuidado. Además, estas mujeres asisten a menos consultas médicas y les resulta muy complicado acceder a recursos sociales, por lo que, aun necesitándola, reciben menos ayuda de su entorno familiar y profesional.
Por ello, para abordar los todos los retos a los que se enfrentan las mujeres con enfermedad crónica teniendo en cuenta sus características sociales, durante 2024 la POP ha informado que va a desarrollar un estudio centrado en mujeres con mayores con necesidades crónicas de salud.