Psicólogos creen que 4 millones de españoles podrían necesitar ayuda psicológica para superar la situación

El presidente del Consejo General de la Psicología en España, Francisco Santolaya, participa en el Encuentro Digital de Europa Press: 'La vida en España en tiempo de COVID-19. Apuntes para la desescalada emocional'.
El presidente del Consejo General de la Psicología en España, Francisco Santolaya, participa en el Encuentro Digital de Europa Press: 'La vida en España en tiempo de COVID-19. Apuntes para la desescalada emocional'. - EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 4 junio 2020 17:24

Podcast La vida en España en tiempos de COVID-19, apuntes para una desescalada socio emocional adecuada

MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

Alrededor de cuatro millones de españoles son susceptibles de necesitar ayuda psicológica para superar la situación vivida por la pandemia del Covid-19, una asistencia que también necesitarán 150.000 sanitarios y un importante porcentaje de enfermos y familiares de personas fallecidas.

Así lo ha trasladado este jueves el presidente del Consejo General de Psicología de España, Francisco Santolaya, durante el encuentro informativo 'La vida en España en tiempos de Desescalada. Apuntes para la desescalada emocional', organizado por la Fundación Axa y Europa Press.

De acuerdo a los estudios, los psicólogos prevén que un 42% de la población afectada va a desarrollar una sintomatología psicopatológica, desde ansiedad y depresión a cuadros muy diversos. Así, Santolaya ha trasladado que hay más insomnio, ansiedad y depresión, que está aumentando el nivel de somatizaciones y la sintomatología obsesivo compulsivo en cuanto a rituales de limpieza o seguridad al máximo.

Además, se calcula un aumento del 53% en los cuadros de estrés postraumático en el personal sanitario, algo "asimilable" a situaciones de guerra. "No es otra cosa que una guerra pero una guerra diferente, pero que tiene un coste emocional y cognitivo sobre la salud", ha subrayado.

Santolaya también ha advertido de que es necesario ponerse "manos a la obra" y de que los gobiernos, tanto el central como los autonómicos, tienen la obligación de evitar las consecuencias negativas que puedan derivarse de una mala gestión de la crisis epidémica.

En la misma línea, José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal de la UGR y presidente de la Fundación QSD Global, ha advertido de que hay patologías que comienzan con alteraciones psicológicas y que pasan a ser psicopatologías y tienen repercusiones orgánicas en múltiples órganos por lo que en este momento, en el que ya "vemos la luz al final del túnel", hay que poner en acción a todos profesionales de forma coordinada y avanzar.

LO QUE HA APRENDIDO LA MEDICINA

Lorente ha señalado que en la situación vivida, la medicina "ha aprendido rápido y mucho" sobre los efectos de la pandemia pero, sobre todo, ha aprendido que "tenemos que ser capaces de generar sistemas de alerta para futuras pandemias y que tenemos que ser más ágiles en la comunicación y la detección".

No obstante, a su juicio, "tiene que aprender aún mucho" y, especialmente, considera que está por ver la influencia que desde el punto de vista psicológico y psicolopatológico tendrá a medio y largo plazo. "Esto se superará en unos meses pero los efectos psicológicos que luego haya, si no se tratan adecuadamente, y los efectos a nivel cardiaco, digestivo y otros están por ver", ha dicho Lorente para quien la influencia de la situación en la morbilidad y en la mortalidad a medio y largo plazo es un hecho.

MÁS ATENCIÓN PSICOLÓGICA

Santolaya ha defendido que en el Sistema Nacional de Salud hacen falta psicólogos en todos los ámbitos, desde residencias a atención primaria de servicios sociales, al ámbito hospitalario, psicólogos clínicos y en el ámbito de la psicooncología y ha expuesto que en Europa hay una media de 18 psicólogos por cada 100.000 habitantes frente a los 4,5 que hay en España.

En ese sentido, ha incidido en que la atención psicológica es "clave" en situaciones como está y está prevista en los manuales de las pandemias cuando se habla de la primera línea de intervención porque, si no, se producen efectos, como el enfriamiento emocional o las somatizaciones que perturba el funcionamiento de la atención sanitaria.

LA VULNERABILIDAD DE LAS PERSONAS

Durante el encuentro, en el que también ha participado el director general de la Fundación Axa, Josep Alfonso, se ha analizado la diferente sensación de vulnerabilidad que ha padecido la sociedad española durante el confinamiento, dependiendo de variables como la edad, la formación, la experiencia, las creencias o sus apoyos sociales.

Concretamente, se ha expuesto la situación de las personas con discapacidad y su dificultad para acceder a las comunicaciones y la de los niños y cómo cuando comiencen las clases, los psicólogos de los colegios deberán hacer un seguimiento de su comportamiento para que puedan volver a la normalidad.

Los expertos también han analizado la situación de los ancianos y cómo la edad "no puede conllevar un estigma que los aleje de seres queridos", para lo que es necesario extender los recursos necesarios para manejar la tecnología; o la de las personas desaparecidas y sus familiares, que "han añadido a la incertidumbre crónica que ya tienen, el parón motivado por otras prioridades para la atención sanitaria o las fuerzas y cuerpos de seguridad", ha explicado Lorente en calidad de presidente de la Fundación QSD Global.

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