MADRID 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Coalición Internacional de Autoridades Reguladoras de Medicamentos (ICMRA, por sus siglas en inglés) considera, ante la perdida de efectividad de las vacunas actuales frente a nuevas variantes de la Covid-19, que es necesario desarrollar una estrategia a largo plazo sobre los tipos de vacunas necesarias para gestionar la pandemia en el futuro.
"Esta es una discusión global en curso, que se encuentra en la encrucijada de la ciencia, la política pública y la salud pública y requerirá coordinación entre los tomadores de decisiones de salud pública en todos los niveles", señala la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), presente en el taller sobre la respuesta global a la variante COVID-19 Ómicron organizado por el ICMRA.
Con respecto a las composiciones de vacunas actualizadas, los reguladores mundiales alientan a la comunidad científica internacional y a los desarrolladores de vacunas a buscar enfoques alternativos a las vacunas monovalentes. En opinión de los reguladores, las empresas también deberían explorar la viabilidad de desarrollar vacunas variantes bivalentes o multivalentes para determinar si ofrecen ventajas a las vacunas monovalentes.
Los participantes de la reunión, según informa la EMA, animaron a realizar estudios clínicos para respaldar el uso de una nueva vacuna. Estos estudios deberán estar diseñados para demostrar que la respuesta inmune, medida como anticuerpos neutralizantes, generada por la vacuna actualizada es superior a la lograda con las vacunas actuales.
"La capacidad de las vacunas actualizadas para neutralizar de forma cruzada otras variantes de interés sería una característica adicional con respecto a la amplitud de la protección proporcionada por la vacuna actualizada", afirman en el informe de la reunión, celebrada el pasado 12 de enero y copresidida por la EMA y la Agencia Norteamericana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés).
Al revisar los datos sobre el impacto de Ómicron, los participantes concluyeron que las vacunas actuales ofrecen menos protección contra infecciones y enfermedades leves causadas por esta variante. No obstante, la vacunación continúa ofreciendo una protección considerable contra la hospitalización y la COVID-19 grave con Ómicron, especialmente después de una dosis de refuerzo. Cada vez es más claro que se necesita una dosis de refuerzo para extender la protección de la vacuna.