LONDRES, 9 Jul. (EUROPA PRESS/Eva Martínez Millán) -
Reino Unido ha doblado en tan sólo tres días el número de víctimas mortales por nueva gripe y eleva ya el total a 14, según confirmó este jueves el Sistema Nacional de Salud (NHS, en sus siglas en inglés), que reconoció que la incidencia en áreas como Londres ha llegado ya a niveles de epidemia.
Además, más de 300 personas han precisado tratamiento hospitalario y 43 se encuentran todavía en estado "crítico", si bien la mayoría de los afectados más graves sufrían otros problemas de salud.
En cualquier caso, los números han situado a Reino Unido como el tercer país con mayor incidencia por nueva gripe, por detrás de Estados Unidos y de México, si bien las autoridades sanitarias insisten en que están "haciendo frente bien" a la crisis y que la mayoría de los casos han sido leves y no han precisado tratamiento médico.
En este sentido, la campaña de información promovida por el Gobierno en prensa y radios recomienda a quienes crean padecer síntomas leves que descansen y permanezcan en sus hogares, en lugar de acudir de inmediato a sus médicos de cabecera.
Una situación que dificulta conocer cifras reales acerca de la incidencia, como reconoció el jefe médico de Inglaterra y Gales, Liam Donaldson, si bien, hasta el momento, el número de casos confirmados oficialmente asciende a 9.718.
MEDIDAS
Además, Reino Unido ha dejado de recetar antivirales a todos los afectados, que podrían llegar a los 100.000 diarios a final de agosto de mantenerse la tendencia actual. Con todo, los responsables sanitarios incidieron en que los síntomas de la mayoría son leves y la recuperación lleva un reducido número de días.
En este contexto, en tan sólo una semana unas 27.000 personas de Inglaterra y Gales han contactado con sus médicos para informar de síntomas similares a los de la nueva gripe. De éstos, 8.000 tendrían realmente el virus, que ha acabado ya con la vida de dos personas en Escocia el mes pasado y con 12 en Inglaterra en las dos últimas semanas.
Las áreas más afectadas continúan siendo la capital británica, tres veces por encima de la media nacional y con índices que igualan a los de la última epidemia declarada oficialmente de gripe ordinaria, en 1999, y el condado inglés de West Midlands.
Así, el Gobierno británico ha asumido que no puede contener la expansión del virus y ha decidido pasar a la fase de tratamiento, a la espera de que la vacuna esté lista a partir del próximo mes. Aparte, se calcula que el número de dosis a final de año ascienda a los 60 millones, aunque en todo caso la información diaria del número se suprimirá por una estimación más general, en línea con lo adoptado por otros países en los que los reportes se dan semanalmente o tras una acumulación de días.