MADRID 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Salud Mental España ha llamado a terminar con la precariedad laboral por ser un factor de riesgo de malestar psíquico en las personas trabajadoras, tal y como evidencian diversos estudios y según ha resaltado su presidente, Nel González Zapico, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora este jueves bajo el lema 'Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental'.
"Salarios bajos, temporalidad, falta de conciliación, elevados ritmos o sobrecarga de trabajo, acoso laboral, la brecha salarial o una ausencia de perspectiva de género efectiva dentro de las organizaciones son algunas de las formas que adopta la precariedad laboral, que termina minando nuestra salud mental", ha señalado González durante su intervención en el acto conmemorativo del Día Mundial de la Salud Mental 2024, organizado por la Confederación Salud Mental España, en colaboración con el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y la Fundación ONCE.
El Informe 'Precariedad laboral y salud mental', elaborado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social en 2023, indica que la precariedad laboral es un determinante social dañino para la salud, que puede generar problemas muy diversos de salud mental como son, entre otros, la ansiedad y la depresión, las cuales "generan un gran sufrimiento psíquico y cuyos efectos se extienden a todos los ámbitos vitales".
Este mismo documento señala que más de la mitad de los empleos en España son precarios. Además, la Encuesta de Población Activa en España recoge que el 47 por ciento de las personas ocupadas señalan encontrarse expuestas a factores de riesgo para su salud mental en su lugar de trabajo.
Según ha apuntado el presidente de la Confederación, desde que se empezó a conmemorar esta fecha en 1994, esta es la tercera vez que se pone el foco en el entorno laboral, algo que puede resultar "repetitivo", pero que lo es "porque es necesario" y "cada vez más". "Vivimos en sociedades guiadas por el sistema de competitividad, donde la productividad es lo que prima" y "si no trabajo, no me siento útil", lo que repercute en una baja autoestima, afecta a la estabilidad emocional y a la salud mental, según ha detallado.
A la par, la Confederación ha hecho hincapié en la necesidad de avanzar hacia la desaparición del estigma que rodea a la salud mental. "El miedo a las etiquetas, al rechazo o a la discriminación por tener un problema de salud mental están presentes en muchas personas dentro del entorno laboral", ha abundado González.
De hecho, un informe realizado por Salud Mental España y Fundación Mutua Madrileña apunta a que solo un 12,9 por ciento de las personas con un diagnóstico de salud mental lo ha compartido con sus compañeros de trabajo.
"Por ello, es primordial trabajar en fórmulas que favorezcan entornos laborales seguros, saludables e inclusivos, en los que se cuide y se hable de salud mental sin tabúes ni prejuicios", ha continuado Nel González. A este respecto, en declaraciones a Europa Press, ha subrayado que la salud mental en el entorno laboral depende de "varios niveles" y "no solamente de la gente".
Tal y como ha explicado, entre las reivindicaciones de la Confederación, destaca que las empresas tengan medios legales para que los departamentos de Recursos Humanos puedan hacer una evaluación de riesgos psicosociales dentro del reconocimiento médico anual. También, que dispongan de ayudas para que los entornos sean "lo bastante llevaderos y agradables", con adaptaciones y apoyos para las personas con algún problema de salud mental. Junto a esto, ha instado a implementar medidas de "pedagogía social", como puede ser la posibilidad de contar con una conciliación familiar adecuada.
La campaña '#Trabajoysaludmental', lanzada en redes por la Confederación, explica en una serie de infografías el vínculo entre los dos ámbitos y las reivindicaciones de la entidad. De este modo, señala también la necesidad de que las empresas cuenten con recursos que faciliten la inserción laboral de las personas con trastorno mental, como la formación laboral, la inserción laboral en puestos de empleo ordinario, el fomento del empleo con apoyo y los Centros Especiales de Empleo.
Asimismo, pide el cumplimiento de las cuotas de reserva de empleo para las personas con discapacidad (actualmente 10 por ciento), tanto en la Administración pública como en el sector privado, y que el cupo reservado para las personas con trastorno mental sea de, al menos, el dos por ciento. Todas estas medidas deben ser acompañadas de un apoyo entre pares, que supone que "si yo ahora mismo no puedo hacer el trabajo, tengo apoyo de una persona próxima a mí hasta que yo pueda volver", ha detallado González.
González ha insistido en que "la reclamación a las empresas no es gratuita. Las empresas tienen que tener medios económicos y apoyos legales de forma que lo puedan hacer. Y nosotros, como personas que queremos que el empleo sea un derecho tenemos que reclamar esos apoyos legales que necesita para que se puedan hacer las adecuadas adaptaciones".
Estas peticiones son también apoyadas en el Manifiesto del Día Mundial de la Salud Mental, redactado por el Comité Pro Salud Mental En Primera Persona y la Red Estatal de Mujeres de Salud Mental España, que ha sido leído durante el acto por Gonzalo Nielfa y Elisabet Lemos como representantes de ambas entidades, respectivamente.
Así, en el documento, se recoge la reivindicación de "fortalecer los equipos de prevención de riesgos psicosociales y concienciar a las empresas, públicas y privadas, pues las bajas producidas por este tipo de riesgos tienden a incrementarse y pueden comprometer su viabilidad".
Además, demanda "una cultura del trabajo que promueva los factores psicosociales que favorecen la salud mental. Para ello, la entidad empleadora ha de ser consciente, y establecer un plan de medidas que aborde las circunstacias ambientales, la organización de competencias, y una política que incluya sistemas de apoyo, horarios de trabajo flexibles, y demás mecanismos que incidan en la seguridad psicosocial".