Sanidad podría incluir diferentes sanciones en función de la graduación de las bebidas
MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La futura ley contra el consumo de alcohol que prepara el Ministerio de Sanidad unificará y endurecerá las sanciones para los establecimientos que faciliten el acceso de estas bebidas a menores de 18 años pero probablemente establecerá distinciones en función de su graduación, de modo que las multas por vender cerveza o vino serían más bajas que por bebidas espirituosas como ron, whisky o ginebra.
Así lo han reconocido a Europa Press fuentes del departamento de Ana Mato, que admiten que la graduación del alcohol se podría tener en cuenta en muchos aspectos de esta nueva norma cuyo contenido aún no está definido, especialmente en el ámbito de las sanciones para quien incite a beber, venda o promocione bebidas alcohólicas a niños o adolescentes.
El Ministerio está preocupado por el elevado consumo de alcohol por parte de los menores ya que, según los datos de las últimas encuestas, hasta el 62 por ciento de los menores de 14 a 18 años habían hecho botellón en el último año.
Por ello, entre los objetivos de la futura norma --cuyo anteproyecto no creen que se apruebe en Consejo de Ministros antes de verano-- está el de endurecer las inspecciones y las multas contra la venta a menores, tratando además de evitar las desigualdades que hay actualmente entre unas comunidades y otras.
Aunque las cuantías no están definidas, según precisan desde Sanidad, lo que sí parece claro es que la futura ley podría establecer diferentes sanciones según el tipo de alcohol que se venda.
De hecho, desde el departamento de Mato argumentan que ya hay algunas comunidades que hacen dicha distinción, como Asturias, que establece sanciones en función de si el alcohol es de baja graduación (hasta 3.000 euros) o de más de 23 grados (pueden llegar a los 15.000 euros). Y algo parecido sucede en País Vasco, donde distinguen entre bebidas alcohólicas que causan o no grave riesgo para la salud.
Esta diferenciación del vino y la cerveza con el resto de bebidas alcohólicas no se produjo en la norma que propuso hace casi diez años el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con Elena Salgado como ministra de Sanidad, que precisamente motivó las protestas del sector cervecero y vinícola y finalmente fue retirada.
Por otro lado, la norma también podría establecer sanciones a los menores por el consumo de alcohol en lugares públicos, sobre todo si además conlleva alguna alteración del orden público, en cuyo caso el consumo podría ser un agravante a la hora de establecer una multa o sanción. La cuantía de las mismas, según ha avanzado este martes el diario 'ABC', podría ser de hasta 300 euros.
En estos casos no está claro si también habrá diferencias en función de lo que estén bebiendo los menores, puntualizan desde el Ministerio. Además, se podrían introducir alternativas a la multa económica como la realización de trabajos en favor de la comunidad.
SIN ANUNCIOS DE VINO O CERVEZA EN TELEVISIÓN
La norma tampoco hará distinción entre tipos de alcohol a la hora de regular la publicidad, ya que se prevé establecer una franja horaria en televisión en la que estarían prohibidos los anuncios de bebidas alcohólicas, que podría alcanzar también a los horarios de máxima audiencia o 'prime time', y afectaría también a fabricantes de cerveza y vino.
España no es el primer país que toma medidas en este sentido ya que Francia decidió hace años prohibir la publicidad de bebidas alcohólicas, si bien luego modificó la ley para hacer una excepción con el sector vinícola.
Igualmente, la futura norma también será estricto con la promoción del alcohol en lugares cercanos a centros educativos a los que vayan menores. La intención de Sanidad es establecer un perímetro de 100 metros alrededor de colegios e institutos en el que no podría haber ni vallas ni mobiliario urbano promocionando el consumo de alcohol, para impedir que puedan a estar a la vista de los menores.
Además, la prohibición podría no afectar únicamente al consumo de alcohol en menores sino también al de adultos, en aquellos lugares donde pueda haber niños o adolescentes como parques infantiles o piscinas públicas. En estos casos, Sanidad no ha aclarado si incumplir esta prohibición podría acarrear multas o únicamente una advertencia.