Sanidad avisa al Congreso de que "se estaría perdiendo el tiempo" si se retrasa la ley antitabaco

León del Congreso
CONGRESO
Actualizado: miércoles, 1 septiembre 2010 15:49

MADRID 1 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio de Sanidad y Política Social confía en que el Congreso de los Diputados no demore la tramitación parlamentaria de la reforma de la ley antitabaco y se extienda la prohibición de fumar a todos los bares, restaurantes y demás espacios públicos a partir de enero de 2011. De no entrar en vigor en esta fecha, advierte Sanidad, "se estaría perdiendo el tiempo".

Así lo ha asegurado en una entrevista a Europa Press el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, quien reconoce que "la decisión está en manos de las Cortes" donde, a su juicio, no le consta que haya grupos que quieran retrasar la puesta en marcha de la nueva norma.

Sin embargo, el propio presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso y diputado de IU, Gaspar Llamazares, ha alertado de que se puede retrasar el plazo límite para la presentación de enmiendas hasta finales de septiembre, mientras que el PP ha reconocido que pedirá "comparecencias de todos los sectores afectados", lo que podría trastocar los planes de Sanidad.

Desde el ministerio apuestan por fijar una fecha "con carácter simbólico" para que los fumadores se conciencien de la nueva situación que dibujará esta ley, de ahí que se haya pensado en enero de 2011.

Por ello, y "aunque habrá que ser respetuosos con lo que finalmente se decida", el número dos de Sanidad asegura que, "si se retrasa, se estaría perdiendo tiempo para ganar en salud para los ciudadanos".

Además, reconoce que "hay suficiente consenso social y político" para hacer esta modificación puntual y no permitir fumar en lugares cerrados, algo que se permitía en el ámbito de la hostelería, por lo que "no es necesario darle más vueltas", asegura Martínez Olmos.

Entretanto, las tabaqueras ya trabajan contrarreloj para adaptarse a otra de las medidas promovidas por Sanidad para hacer frente al consumo de tabaco, que obliga a introducir "imágenes disuasorias" en las cajetillas junto a los mensajes que ya incorporaban desde hace años alertando del peligro para la salud que supone el tabaco.

Como ha recordado Martínez Olmos, "ya queda menos de un año para que sea obligatorio en todas las cajetillas", si bien reconoce que el periodo de adaptación era necesario ya que "en el canal de distribución hay todavía cajetillas que se elaboraron cuando no era obligatorio y también hay que permitir que éstas salgan al mercado".