MADRID 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Sanidad ha recordado la importancia de prevenir y mitigar los efectos negativos que el calor excesivo puede tener sobre la salud de la ciudadanía, especialmente en los grupos de riesgo o más vulnerables, como personas mayores, mujeres gestantes, menores y personas con enfermedades crónicas, así como en aquellos colectivos que desempeñan su trabajo o realizan esfuerzos al aire libre.
Así, Sanidad ha resaltado que la exposición a temperaturas ambientales elevadas puede provocar una respuesta insuficiente del sistema termorregulador humano. Además, el calor excesivo puede alterar las funciones vitales si el cuerpo humano no es capaz de compensar las variaciones de la temperatura corporal.
En este sentido, el Ministerio recuerda que una temperatura muy elevada produce pérdida de agua y electrolitos que son necesarios para el normal funcionamiento de los distintos órganos. Así, en algunas personas con determinadas enfermedades crónicas, sometidas a ciertos tratamientos médicos y/o con discapacidades que limitan su autonomía, estos mecanismos de termorregulación pueden verse descompensados más fácilmente.
Desde un enfoque biológico, la exposición a temperaturas excesivas puede provocar problemas de salud como calambres, deshidratación, insolación o golpe de calor (el cual cursa con problemas multiorgánicos que pueden incluir síntomas tales como inestabilidad en la marcha, convulsiones, coma e incluso la muerte).
Durante el verano de 2023, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, identificó 3.009 defunciones atribuibles al exceso de temperatura a nivel nacional, siendo el tercer verano con mayor cifra de excesos de la serie 2015- 2023. Durante ese mismo año, las autoridades sanitarias autonómicas notificaron al Ministerio de Sanidad 24 fallecimientos por golpe de calor, con una media de edad de 53 años y una distribución por sexo del 87,5 por ciento en hombres y 12,5 por ciento en mujeres.
RECOMENDACIONES
Por todo ello, el Ministerio de Sanidad insiste en un decálogo de recomendaciones generales, con el objetivo de minimizar los daños que las personas pueden sufrir a consecuencia del calor.
En primer lugar, Sanidad recomienda beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física que se realice. Además, se deben evitar las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación.
Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, se debe prestar especial atención a bebés, menores, mujeres embarazadas o lactantes, así como personas mayores o con enfermedades que puedan agravarse con el calor (como las enfermedades cardíacas, renales, diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer, patologías que dificultan la movilidad, demencia y otras enfermedades mentales, así como el abuso de drogas o alcohol).
Entre otras recomendaciones, Sanidad aconseja permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse cada vez que se necesite. Además, se debe procurar reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas centrales del día, así como usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
Tampoco se debe dejar nunca a una persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a personas menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas). Asimismo, se debe consultar a un profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
Sanidad también aconseja mantener las medicinas en un lugar fresco, ya que el calor puede alterar composición y sus efectos. Además, recomienda hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.).
PLAN DE ACTUACIÓN
Sanidad también ha recordado que cada mañana actualiza el mapa de niveles de riesgo para la salud por zonas meteosalud que cuenta, además, con un sistema de suscripción gratuito por mail y SMS. Además, durante todo el verano, Sanidad mantiene activo el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Altas Temperaturas, cuyo objetivo es reducir el impacto sobre la salud de la población como consecuencia del exceso de temperatura.
El Plan establece las medidas para reducir los efectos asociados a las temperaturas excesivas y para coordinar las instituciones de la Administración del Estado implicadas. Asimismo, propone acciones que puedan ser realizadas por las comunidades autónomas y las administraciones locales en función de los niveles de riesgo asignadas en base a las temperaturas previstas.