MADRID 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato de Enfermería reclama un incremento salarial superior al seis por ciento en 2018 para que los profesionales sanitarios que sufrieron los recortes, como enfermeras y fisioterapeutas. Además, demanda al Gobierno que permita a las comunidades autónomas establecer la vuelta a la jornada laboral semanal de 35 horas, como medida para aumentar las plantillas en los centros y ofrecer así una mejor atención y cuidados a los ciudadanos.
Según SATSE, "el tiempo de la demagogia política y las buenas palabras ya ha acabado, después de llevar ya dos años escuchando al Gobierno decir que se ha superado la crisis, y tampoco es momento de que desde otros ámbitos se propongan acciones que parece que solo buscan el titular de prensa".
"Es el momento de los hechos y de compensar el abuso que han sufrido los profesionales sanitarios desde del tijeretazo salarial efectuado en junio de 2010 por el Gobierno de Jose Luis Rodríguez Zapatero", asevera el sindicato, añadiendo que "recortar salarios y derechos a los empleados públicos es siempre el recurso fácil para el Gobierno de turno".
Asimismo, pide que se negocie la actualización salarial de los próximos años. De lo contrario, añade, "se nos estaría vendiendo la moto de una subida salarial que realmente es una devolución parcial y mínima de los recortes que venimos sufriendo. Bastante es que no estamos reclamando todo el dinero que hemos perdido".
Al respecto, la organización sindical incide en que no solo se vieron recortados los salarios, sino que se suprimieron de manera fulminante distintos derechos laborales que aún no se ha recuperado. A modo de ejemplo, recuerda que se impuso la limitación del complemento de incapacidad temporal, la suspensión de distintos acuerdos y convenios para el personal del sector público, la supresión de la jubilación parcial del Estatuto Básico del Empleado Público y del Estatuto Marco, o la eliminación del complemento de jubilación.
En cuanto a la jornada laboral, recalca que la recuperación de la jornada de 35 horas debe conllevar la creación de más puestos de trabajo de los que se han perdido durante la crisis. De esta forma, aumentarán las plantillas en los centros sanitarios y mejorará la atención y cuidados que reciben los ciudadanos, además de las condiciones laborales de los profesionales.