MADRID 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
La época de la adolescencia es una etapa en la que las personas buscan conseguir su identidad y, para ello, suelen mirar a personas que tienen un gran atractivo social --actores, cantantes o futbolistas-- a los que admiran e idealizan, con el objetivo de poder parecerse a ellos. Por ello, el fenómeno fan en esta etapa se considera normal dentro del desarrollo, sin bin si se perpetúa puede resultar enfermizo.
Se trata, por tanto, de un fenómeno "normal y temporal" que suele ir emparejado con movimientos grupales, conjuntos de chicos y chicas que se unen para aclamar a su ídolo formando en torno a él una idealización colectiva o en masa.
De hecho, cientos de adolescentes han acompado durante días ante los locales donde ofrece sus conciertos en España el cantante Justin Bieber, a pesar del frío y el mal tiempo de las últimas semanas.
Las chicas son las más propensas a expresarlo debido a que tienen una "mayor licencia" en la manifestación o en la descarga de sus emociones y sentimientos. Un hecho que hace que, en muchas ocasiones, duerman en la calle para conseguir unas entradas o lloren cuando tengan cerca a su cantante, actor o deportista favorito.
"Todos hemos admirado a alguien. Cuando eres niño admiras a tus padres y cuando llegas a la adolescencia buscas otros modelos en el grupo, en las amistades y en objetos externos que tienen reconocimiento social y en los que depositas tus ideales. En este momento, es cuando se producen manifestaciones histeriformes que, normalmente, no tienen por qué ser preocupantes", ha explicado el psicólogo especialista en Psicoterapia, José Félix Rodríguez.
Así, conforme se va alcanzando la edad adulta y el proceso de identidad se va consolidando existe una menor necesidad de tener estas idealizaciones y, por consiguiente, de ser fan de un personaje público. Ahora bien, hay personas que este fenómeno va más allá de la adolescencia y llega hasta la etapa adulta.
Es, en este momento, cuando se está ante un problema dado que se convierten en personas "mitomaniáticas y muy obsesivas" que pueden resultar enfermizas. De hecho, han habido casos de personajes públicos que han muerto a manos de un fan como, por ejemplo, el cantante John Lennon.
"Hay ciertas personas que no consiguen establecer esta identidad y pueden verse volcados a fenómenos enfermizos de idealización de otros. Por tanto, aunque ser fan en la adolescencia es normal, la obsesión puede llevar al fanatismo y tener consecuencias nefastas, dado que ya se produce una patología con temáticas muy paranoicas y delirantes", ha comentado el experto, para zanjar asegurando que esto sólo ocurre a un porcentaje "muy escaso" de la sociedad.