MADRID 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las adolescentes que fuman acumulan menos hueso durante un período crítico de crecimiento y, por lo tanto, tienen un mayor riesgo de desarrollar más adelante osteoporosis, una enfermedad donde los huesos pierden densidad mineral y se vuelven quebradizos, según un nuevo estudio publicado este martes en 'Journal of Adolescent Health'.
Los investigadores Hospital Infantil de Cincinnati (Estados Unidos) analizaron a 262 niñas sanas en grupos de edad de 11, 13, 15 y 17 años, mediante exámenes clínicos anuales durante tres años en los que se les midió el contenido mineral óseo corporal total y la densidad mineral ósea. Las pacientes informaron a los científicos sobre su consumo de tabaco o alcohol, así como síntomas de depresión o ansiedad.
Los expertos hallaron que un hábito tabáquico frecuente se asoció con una tasa de densidad mineral más baja de la columna lumbar y cadera de los 11 años hasta los 19 años. Mayores síntomas depresivos se relacionaron también con una menor densidad mineral ósea de la columna lumbar en todas las edades, mientras que el consumo de alcohol no tuvo impacto en los resultados de ningún hueso.
Los datos muestran que la masa ósea era esencialmente igual entre los participantes del estudio a los 13 años, independientemente de lo mucho o poco que fumaban las chicas, pero conforme las chicas iban creciendo, las grandes fumadoras tenían una menor tasa de acumulación de masa ósea en la cadera y la columna vertebral que las que fuman con menos frecuencia, explica Dorn Lorah, investigador principal y director de investigación en la División de Medicina del Adolescente de Niños de Cincinnati.
Las niñas con una tasa más elevada de síntomas de depresión siguieron acumuláando hueso pero en una trayectoria ascendente más baja que las chicas con menos síntomas depresivos. No obstante, los investigadores señalaron que la muestra del estudio actual tenía una ingesta de calcio y realizaba ejercicio en unas tasas inferiores a las directrices nacionales recomendadas, por lo que consideran que los resultados no pueden generalizarse a las niñas que cumplen con esos estándares.