MADRID 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los niños que tragan pilas de botón pueden sufrir lesiones graves en el esófago, según un estudio del Sistema de Salud Monte Carmelo en Columbus (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Archives of Otolaryncology-Head & Neck Surgery'.
Los autores explican que es cada vez más frecuente que los niños traguen este tipo de pilas que, si se alojan en el esófago, pueden desprender parte de sus contenidos alcalinos dañando los tejidos y produciendo quemaduras debido a las descargas eléctricas.
Los investigadores, dirigidos por Stanley J. Kimball, revisaron las gráficas médicas de 10 pacientes pediátricos que pasaron por una extracción endoscópica de una pila de botón en un periodo de 10 años entre 1998 y 2008. Los niños tenían una media de edad de 3,2 años, cuatro eran niñas y 6 niños. A todos ellos se les practicó una radiografía torácica de rayos X y uno de ellos pasó por un escáner tomográfico.
Los niños permanecieron en el hospital durante una media de 6,9 días y seis de los pacientes fueron examinados en las 6 horas posteriores a la ingesta de la batería, uno a las 10 horas y otro a las 12 horas. Dos pacientes pasaron por un retraso importante hasta que se descubrió la pila, uno de 7 días y otro de 30 días. Tres pacientes tenían daños mínimos en el esófago, uno sin lesiones y dos con lesiones superficiales en la membrana mucosa.
Los otros siete pacientes tenían más daños graves, cinco de ellos con daños persistentes en el músculo liso que cubre el esófago y los dos niños a los que se descubrió la pila más tarde con una perforación en este. Uno de los pequeños tenía lesiones amplias que dieron lugar a una fístula traqueoesofágica, una abertura entre la traquea y el esófago.
Los autores concluyen que se pueden producen graves lesiones rápidamente después de la ingestión de las baterías y apuntan a la necesidad de crear un índice de aspectos sospechosos en relación a la ingesta de baterías de botón para evitar secuelas graves.