MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
La directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, ha señalado que el sistema de trasplantes en España está "en la senda de la recuperación" tras los estragos que causó la pandemia de COVID-19.
"España está en la senda de la recuperación de la vía de crecimiento que había mantenido hasta el año 2019. Creemos que 2023 va a ser definitivamente el año en el que alcancemos un objetivo cuantitativo que teníamos para 2022: superar los 50 donantes por millón de habitantes y los 5.500 trasplantes", ha apuntado Domínguez-Gil en una entrevista con Europa Press con motivo del Día Nacional del Trasplante, que se celebra este miércoles.
La máxima responsable del sistema de trasplantes español, la referencia a nivel mundial, ha celebrado que el 2022 fue "un año extraordinario". "Registramos 2.196 donantes, se realizaron cerca de 5.400 trasplantes y con una actividad que se aproxima a lo que logró España en el año 2019, justo antes de la pandemia y el año que marca nuestro récord histórico de actividad", ha destacado.
Por lo tanto, Domínguez-Gil considera que, después de la pandemia, que supuso "un impacto duro que afectó a España y a otros países", 2022 marcó "una recuperación y definitivamente orienta a España hacia el objetivo".
"Que en dos o tres años España se haya recuperado de esa brutalidad que fue la pandemia y que ya estemos hablando de que este 2023 se puedan superar los datos, que era el objetivo que tenía la ONT, sería un éxito para la organización", ha insistido la experta.
Según los datos de la ONT, España realizó un total de 5.383 trasplantes en 2022, lo que supuso un aumento del 13 por ciento con respecto a 2021 (4.781). Son cifras similares a las de antes de la pandemia: 5.445 en 2019 y 5.321 en 2018).
En cualquier caso, y pese a la caída durante la pandemia, las cifras siguen siendo muy destacables. "Incluso aunque en el año 2020 y 2021 la actividad cayera en España, superó con creces lo logrado por cualquier país del mundo en época normal. Es decir, que el descenso que se produce durante la COVID-19 en España nos lleva a registrar unos niveles de actividad que serían la envidia para cualquier país en circunstancias normales", ha explicado.
ASÍ IMPACTÓ LA COVID-19 EN LOS TRASPLANTES EN ESPAÑA
En la entrevista, la directora de la ONT ha narrado cómo ha sido la adaptación del sistema de trasplantes a la COVID-19, desde los meses de confinamiento, en los que todo un país estaba 'cerrado' y 'encerrado', hasta la desescalada o la convivencia actual con el virus.
La COVID-19, aún, no se ha superado completamente. El sistema de trasplantes sigue haciendo un "cribado universal" del virus en todos los donantes. Todos los trasplantes se realizan pese a que el donante dé positivo, salvo los de pulmón, que son el "órgano diana" del virus. De hecho, en 2022 se realizaron 180 trasplantes de 84 donantes con PCR positiva: 177 de riñón, 16 de corazón, 42 de hígado y uno intestinal.
"Ahora es muy habitual que nos encontremos con donantes que fallecen por otros motivos, pero con positividad para SARS-CoV-2, y sabemos que podemos ir adelante con el trasplante de todos los órganos, menos el pulmón", ha esgrimido.
Domínguez-Gil apunta que, "evidentemente", la primera ola fue "la más dura". Pero el sistema también aprendió mucho: "Fue la que nos permitió ver claramente cuáles eran los obstáculos que imponía al desarrollo de un proceso que ya en condiciones normales es complejo".
Así, cuenta que, por ejemplo, el sistema se enfrentó a "una reducción en la mortalidad por daño cerebral catastrófico, que es habitualmente la mortalidad relevante para la donación", lo que, obviamente, disminuyó el número de posibles donantes.
Al mismo tiempo, había hospitales y UCI "saturados". Las unidades de cuidados intensivos son el 'corazón' del sistema, ya que es "donde tiene lugar el proceso de donación y el proceso de trasplante". "No se podía llevar a cabo con normalidad", detalla.
El sistema se enfrentó a ciegas a la nueva realidad: "Nos encontramos con donantes que eran positivos para COVID-19 y en un principio no sabíamos si esta infección se podía transmitir a los receptores ni sabíamos si un paciente inmunodeprimido podía tener un cuadro más grave o menos grave que una persona inmunocompetente".
Las Unidades de Coordinación de Transplante, que están conformadas por médicos intensivistas, también "se quedaron sin recursos humanos porque todos estos profesionales tuvieron que atender a pacientes críticos por COVID-19". "Y tuvimos muchas bajas, muchos aislamientos entre los profesionales de los equipos de coordinación y de los equipos de trasplante", ha agregado Domínguez-Gil.
Las limitaciones a la movilidad por el confinamiento también dificultaron sobremanera la actividad trasplantadora: "Nuestros equipos tienen que desplazarse muchas veces a otros lugares del país para llevar a cabo la extracción del órgano y, posteriormente, su trasplante. Gestionar un proceso tan complicado como el nuestro en unas condiciones tan adversas era muy difícil. Y, desde luego, en la primera ola aprendimos".
Tras el aprendizaje de la primera ola, unido a que el resto de ondas no conllevaron tanta saturación hospitalaria, el impacto fue "mucho menor", según la responsable de la ONT.
Por ello, califica de "éxito" este tiempo, en el que se han adaptado a las situaciones más difíciles de la historia del sistema de trasplantes: "Es evidentemente lo que nos ha permitido esa recuperación de la que hemos sido testigos en 2022. Por lo tanto, sin duda, un éxito, no solamente por la pandemia, sino por esa capacidad de adaptación que hemos tenido a un entorno cambiante".
"LA DONACIÓN ENGRANDECE LA VIDA Y DEJA PATENTE EL TIPO DE SOCIEDAD QUE SOMOS"
Al margen de la 'bomba' que supuso la pandemia, la evolución del sistema de trasplantes español, desde la creación de la ONT en 1989 por Rafael Matesanz, ha sido exponencial: ese año se realizaron 1.315 trasplantes, una cifra que ya se ha multiplicado por cuatro.
En cualquier caso, Domínguez-Gil, segunda directora de la ONT tras su fundador, ha instado a no olvidarse de que detrás de estas espectaculares cifras hay personas: "Detrás de estos números hay miles de personas que han fallecido y que han decidido en el momento de su fallecimiento ayudar a otras personas, y hay miles de pacientes que encuentran en el trasplante una segunda oportunidad".
La directora de la ONT ha mandado un mensaje a la población sobre la importancia del trasplante y también del "gesto" que supone la donación, que siempre están conectados. "Es importante recordar que todos podemos estar en ambos lados. Podemos ser donantes pero, curiosamente, tenemos muchas más posibilidades de llegar a necesitar un trasplante en nuestra vida que de fallecer en condiciones de donar", ha recordado.
Por ello, y coincidiendo con el Día Nacional del Trasplante, ha llamado a la donación por varios motivos: "Deberíamos ser donantes por el impacto en salud que tiene la donación que se traduce en años de vida para las personas que reciben un trasplante. Se traduce también en una contribución a la sostenibilidad del sistema sanitario, a los enfermos, a los pacientes que pueden abandonar el tratamiento con diálisis que es muy costoso...".
Y, por último, ha reiterado lo que significa "el gesto de la donación", tanto en vida como después del fallecimiento: "De alguna manera, engrandece la vida de las personas y deja patente el tipo de sociedad que somos, una sociedad altruista, solidaria y que se vuelca en los demás cuando lo necesitan".