MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
UNICEF España ha realizado un estudio en el que subraya que aunque se están dando pasos importantes para recuperar el peso de la Cooperación Española, es necesario acelerar el ritmo de incremento de fondos para esta política y, sobre todo, debería reforzar su respuesta ante los estragos causados por la pandemia en la salud global infantil.
"La salud global, y en concreto la salud global de la infancia, a pesar de los esfuerzos desplegados, no han sido una prioridad para la Cooperación Española durante los últimos años", según el último estudio de UNICEF España y Political Watch, donde se observa que del total de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) desembolsada en salud, solo el 13% se destinó a salud infantil entre 2016 y 2020.
De hecho, las aportaciones anuales de España al sector de la salud prácticamente no cambiaron desde 2016 (65 millones de euros), con un pico en 2020 de 111 millones. Por ello, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3, 'Salud y Bienestar', ocupa la sexta posición, en comparación con los otros ODS, entre los totales de los últimos cinco años.
El informe, que analiza los datos en 20 países (13 desarrollados, entre ellos España, y 7 en desarrollo) entre 2006 y 2020, revela también que, a pesar de los esfuerzos a largo plazo de la comunidad internacional por mejorar los indicadores relacionados con la mortalidad infantil, se empiezan a detectar evidencias de que la pandemia de COVID-19 ha impactado de manera directa en los sistemas sanitarios de todo el mundo, poniendo en riesgo las mejoras que se habían producido durante las últimas décadas.
Por ejemplo, por primera vez en 30 años las tasas de vacunación sistemática de la infancia disminuyeron. En cuanto al sarampión, los casos a escala un mundial aumentaron un 79% en 2022 con respecto a 2021. El estudio señala que, si bien los países también han prestado atención a otras problemáticas, esto no se ha visto reflejado en un incremento de recursos, como los destinados a cuestiones como la salud mental de la infancia o la seguridad alimentaria.
A ello se suma hoy una crisis alimentaria mundial sin precedentes que ya ha provocado, en los 15 países más afectados, el aumento del número de niños y niñas con desnutrición aguda grave hasta casi los 8 millones. En este sentido, UNICEF España instó al Gobierno en junio a incrementar la ayuda humanitaria al 10% de la AOD en 2022 y 2023.
"Es prioritario que la Cooperación española preste más atención a la salud de la infancia, hoy más vulnerable en el entorno pospandemia, marcado por la crisis climática, los conflictos y la crisis económica", ha explicado el director ejecutivo de UNICEF España, José María Vera.
Según el informe, en España es complicado valorar los resultados de las intervenciones de cooperación en salud infantil, así como en materia de derechos de la infancia en general, ya que no hay una clasificación adecuada que permita hacerlo de manera sistemática.
A ello se suma la necesidad de garantizar las evaluaciones que necesitan las estrategias de cooperación: el estudio recuerda que la Estrategia de Infancia de la Cooperación Española, publicada en 2015, aún no ha sido objeto de evaluación. Y la intención de crear la Oficina de Evaluación de la Cooperación Española, prevista en el proyecto de Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global, "podría ser un buen paso en este sentido", señala.
Asimismo, el informe apunta a que es el momento de reflexionar sobre si la Cooperación Española debe prestar más atención a la salud infantil, teniendo en cuenta que, a raíz de la pandemia, los retos a enfrentar se han ampliado, afectando de manera especialmente intensa a los países en desarrollo y al colectivo de la infancia, que de por sí es uno de los más vulnerables.
Por todo ello, UNICEF España realiza una serie de recomendaciones, entre las que señalan que "España necesita hacer una reflexión sobre la priorización a nivel sectorial de su política de desarrollo, tanto para identificar y definir los ámbitos de mayor valor añadido e impacto, como para evitar la dispersión que han identificado varios actores del sistema".
"La salud global, con énfasis en poner fin a las muertes maternas, neonatales e infantiles prevenibles, es uno de estos ámbitos de mayor valor añadido e impacto, lo que se ve reforzado en el contexto actual", señalan.
Por otro lado, piden a España que incremente el porcentaje de AOD destinado tanto a salud como específicamente a salud infantil, lo que idealmente tendría que ir de la mano de la apuesta por el multilateralismo (que ya se ha visto en los Prepuestos Generales del Estado 2022), dado los resultados demostrados por los mecanismos multilaterales a la hora de abordar los restos globales de salud.
Finalmente, señalan la necesidad de que integren indicadores de mortalidad materna e infantil entre los criterios clave para la selección de países prioritarios. Así como fortalecer los sistemas de seguimiento de los sistemas sanitarios, asegurando que integren indicadores de seguimiento de las acciones para poner fin a las muertes prevenibles maternas, neonatales e infantiles, desde un enfoque comunitario y de fortalecimiento de los sistemas de salud, con énfasis en las acciones de promoción de la salud, incluyendo hábitos adecuados y prevención de enfermedades.