MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
En un 20 por ciento de los casos de fracaso repetido en técnicas de fecundación 'in vitro' se encuentra la causa y se puede tratar directamente para que mejoren los resultados, ha señalado el especialista en Ginecología y medicina de la Reproducción en la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, el doctor Juan Ordás.
El especialista también ha indicado que en muchos otros casos se trata de causa multifactoriales y actúan a nivel molecular y, de estas, apenas se llegan a comprender muchas de ellas. La recomendación profesional en caso de no poder intervenir sobre la causa es conseguir un embrión de calidad máxima y tener un ambiente endouterino óptimo para ese embrión. "El resto de factores a día de hoy no son totalmente controlables", ha afirmado.
En caso de que se produzca un fracaso implantatorio reiterado o fracaso repetido de implantación, es decir, cuando tras tres ciclos de FIV en los que se han transferido al útero de la mujer embriones de buena calidad, no se ha quedado embaraza, se produce una investigación para conocer las causas.
En esta investigación, la mujer o la pareja se someterá a un estudio exhaustivo de todos los factores que pueden ser causa de dicho fracaso que incluye el conocimiento de las posibles anomalías genéticas de ambos progenitores, el análisis del sistema inmunológico de la mujer, el análisis de posibles anomalías de DNA de los espermatozoides.
También se realiza un estudio de endometrio femenino por biopsia o por histeroscopia, la búsqueda de trombofilias, ya sean congénitas o adquiridas y el diagnóstico de posibles enfermedades no detectadas como diabetes, problemas de tiroides, que puedan influir.
El doctor también ha explicado que la labor del equipo profesional es investigar y conocer las causas del fracaso para poner en manos de esa y otras parejas las mejoras que en cada caso se puedan conseguir. Aunque es frecuente que la mujer o la pareja duden de si el equipo médico ha actuado de la forma correcta. "Esto se produce como mecanismo de autoprotección", ha asegurado Ordás.