MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El 68 por ciento de los neurólogos tiene cierta inercia terapéutica (IT) en la toma de decisiones sobre el tratamiento de la esclerosis múltiple, según ha mostrado un estudio promovido por Roche Farma España y que cuenta con el aval científico de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
El trabajo, titulado 'Inercia terapéutica en el cuidado de la esclerosis múltiple: lecciones aprendidas de economía conductual' ('DIScUTIR MS'), ha sido seleccionado por el comité científico del Comité Europeo para el Tratamiento e Investigación en Esclerosis Múltiple (ECTRIMS), para ser discutido en la sesión plenaria de 'Clinical Highlights' de su congreso, celebrado recientemente en Londres (Reino Unido).
Se entiende que hay inercia terapéutica (IT) cuando no se modifica el tratamiento de pacientes con evidencias clínicas y radiológicas de que la enfermedad está activa. En este sentido, el investigador principal del estudio y doctor del departamento de Neurología del Hospital St. Michael's de Toronto (Canadá), Gustavo Saposnik, es necesario investigar los factores dependientes del profesional y no sólo los correspondientes al paciente y al sistema sanitario.
"Los que dependen del profesional son los menos estudiados. Nuestro objetivo ha sido mostrar en qué medida factores como el sesgo personal del especialista, su tolerancia a la incertidumbre o su aversión a la ambigüedad pueden conducir a la IT", ha comentado el doctor Saposnik.
SIETE VECES MÁS COMÚN EN MÉDICOS CON AVERSIÓN A LA AMBIGÜEDAD
Concretamente, la aversión a la ambigüedad y la baja tolerancia de los médicos a la incertidumbre fueron los factores que más contribuían a la IT. Esta actitud fue, según el coautor del estudio y doctor del servicio de Neurología del Hospital General Universitario de Alicante (España), Ángel Pérez Sempere, hasta siete veces más común entre los médicos con aversión a la ambigüedad y cuatro veces más frecuente entre aquellos con baja tolerancia a la incertidumbre.
"El dato de IT entre los profesionales españoles llama la atención si tenemos en cuenta los casos clínicos que debían evaluar los médicos participantes y que incluían progresión clínica y radiológica de la enfermedad", ha recalcado Pérez Sempere.
La metodología del estudio incluyó la valoración de una veintena de casos clínicos, tres encuestas estandarizadas y cuatro experimentos de economía conductual. Los casos incluidos se seleccionaron a partir de situaciones habituales de la práctica clínica. La actividad de la enfermedad fue definida como una recaída clínica más la presencia de nuevas lesiones cerebrales observadas en el seguimiento por resonancia magnética. En el estudio participaron 136 neurólogos, con representación de prácticamente todas las comunidades autónomas.
Con todo ello, el trabajo ha mostrado también que tanto los pacientes con esclerosis múltiple como los profesionales que les atienden se enfrentan habitualmente a incertidumbres relacionadas con el diagnóstico, el pronóstico, la evolución de la enfermedad y las terapias modificadoras de la enfermedad (TME).