MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (ACAI) ha destacado la estabilización en la tasa de interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) en España, tras el informe anual publicado por el Ministerio de Sanidad.
Las interrupciones voluntarias de embarazo (IVE) aumentaron levemente en el año 2021 hasta las 90.189, mientras que en 2020 la cifra se situó en los 88.269 casos, situándose la tasa en los 10,70 por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años, frente a los 10,33 del año anterior.
"Esto nos vuelve a situar en unos niveles de aborto provocado en España cercanos a los que se venían produciendo antes del confinamiento, por lo que podemos afirmar que la tasa de IVE se mantiene estable entre las españolas. Dentro de esta estabilidad, observamos, sin embargo, que exceptuando el año de la pandemia (2020), el número de mujeres que abortaron en nuestro país en 2021 es el más bajo registrado en los últimos diez años, lo que nos permite considerar que el embarazo no deseado y, en consecuencia, el aborto provocado siguen disminuyendo en España", ha dicho la organización.
En base a estos datos, y pese a los retos que hay en el ámbito de la anticoncepción y educación sexual, ACAI ha asegurado que en términos generales se está mejorando el uso y la incorporación de los métodos anticonceptivos en las relaciones sexuales a lo largo de estos años, realizando además una interrupción temprana de los embarazos no deseados en un ejercicio de responsabilidad (más del 90% de las IVE tienen lugar antes de la semana 14). Este hecho evidencia, además, una accesibilidad consolidada a la prestación sanitaria de IVE en España.
Coincidiendo con la fase final de la tramitación de la reforma de la Ley de SSR e IVE, ACAI ha avisado de que la sanidad pública "no está poniendo las bases necesarias" para asegurar que la prestación sanitaria de aborto provocado se realice con seguridad sanitaria y respetando la libre decisión de la mujer frente a la técnica IVE más adecuada a su situación médica y personal.
"No se están creando equipos multidisciplinares ni se está formando al personal médico y sanitario en todos los métodos. La transición se está sustentando en el aborto con fármacos, incluso en semanas de gestación no recomendadas por la OMS, más allá de la semana nueve", ha enfatizado.
Por ello, ha solicitado que la norma "no se convierta en una declaración de principios no conseguidos como ocurre con la actual legislación". "Todos los centros acreditados para la práctica sanitaria de aborto provocado, ya sean públicos, concertados o privados deberían tener la capacidad de garantizar la calidad, la seguridad sanitaria y la libertad de elección de las mujeres. Sin embargo, y pese a las intenciones manifestadas, a día de hoy, no se están posibilitando los medios e instrumentos para que dicha apuesta sea una realidad", ha zanjado.