MADRID 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Víctimas de la talidomida en España (Avite), ha defendido que durante el juicio celebrado este lunes contra la farmaceútica alemana Grünenthal por la venta de la talidomida, ha quedado demostrado el "gravísimo daño" que hizo la venta del fármaco causando malformaciones en los fetos de las mujeres que lo tomaron, así como que éste siguió vendiéndose en España a pesar de que la empresa conocía sus efectos.
En declaraciones a lo medios a las puertas del Juzgado de Primera Instancia número 90 de Madrid, el abogado de la Asociación, Ignacio Martínez, ha matizado que el caso de las víctimas españolas fue mucho peor que en otros países como en Alemania, donde allí sí se acordó indemnizar a los afectados.
"Se ha demostrado algo gravísimo y es que se siguió vendiendo talidomida una vez que se sabía que causaba malformaciones. La sociedad española tiene que saber esto; no se avisó a nadie, se siguió haciendo publicidad y se ha ignorado a los afectados españoles", ha agregado Martínez, quien ha asegurado sentirse con la sensación de haber hecho las cosas bien.
Según Avite, se estima que en España hubo unas 3.000 personas afectadas por este fármaco, que en la década de los 60 fue utilizado para tratar las náuseas de las mujeres embarazadas y que provocó numerosas discapacidades en los recién nacidos. De los afectados quedan vivos entre 500 y 1.000 si bien en el procedimiento están inmersas una veintena de personas.
"El juicio ha sido lo que se esperaba. Avite ha demostrado punto por punto que en España se vendió talidomida, mucha, y la parte contraria lo que ha argumentado ha sido tecnicismos legales. Han hablado de prescripciones y de ejemplos personales", ha subrayado, por su parte, el vicepresidente de la asociación, Rafael Basterrechea, quien ha aseverado que las madres de las víctimas no pudieron denunciar los casos porque no conocieron las causas de las malformaciones de sus bebés hasta bien tarde.
"EL DAÑO MORAL NO SE REPARA"
En el caso de Luisa, natural de Zaragoza, su madre nunca supo la verdad de lo ocurrido. "Yo me enteré con 42 años que lo mío no era una malformación congénita. Mi madre siempre murió con la culpa de que ella era la causante", ha lamentado la afectada, quien ha añadido que, pese a las indemnizaciones que puedan recibir, el daño moral "no se repara".
En concreto las víctimas reclaman a la farmacéutica alemana 204 millones de euros, 20.000 por cada punto porcentual de minusvalía de los afectados. Así, han denunciado que los abogados de la parte demandada se han limitado a decir que retiraron el fármaco del mercado apenas un año después de su distribución y que no tenían obligación de informar a los consumidores de las graves consecuencias de su consumo.
Así las cosas, el presidente de Avite, José Riquelme, ha señalado que en el listado presentado a la jueza que lleva la causa, aparece la fecha de nacimiento y los datos de los afectados por la talidomida en España, pese a que la farmacéutica defendiera lo contrario. Grünenthal ha explicado en un comunicado que dichos hechos ocurrieron hace más de 50 años por lo que "la legitimidad de cualquier procedimiento podría verse seriamente comprometida por el lapso de tanto tiempo".
Finalmente, José Ros, otro de los afectados que ha presenciado el juicio, ha recalcado que se va con la "satisfacción" de poder sentar en el banquillo a la farmacéutica que elaboró la talidomida para que se sepa públicamente "todo el mal que hicieron". "Porque el mal que llevamos encima ha sido un infierno y lo sigue siendo, con independencia de que algunos lo hayamos sorteado mejor que otros", ha sentenciado.