MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
Tras la sucesión de atentados terroristas, como el ocurrido este jueves en Barcelona, se ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de un protocolo especializado para atender psicológicamente a las víctimas, inexistente pero "esencial" para preservar la salud mental de estas y con el fin de facilitar su acompañamiento y seguridad, según la psicóloga especializada en cultura emocional pública y profesora de los Estudios de Psicología de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC, por sus siglas en catalán), Mireia Cabero.
La doctora ha destacado que, desde la Administración, debe desarrollarse un protocolo de atención psicológica que se active en caso de atentado terrorista. "Debe diseñarse basándose en referentes ya existentes en otros países y en los resultados; tiene que ser metódico, con pasos claros para profesionales y ciudadanos", ha concretado.
Este protocolo podría aportar información sobre la actividad del cerebro en los años posteriores al atentado, por lo que debería recoger un seguimiento de las víctimas a largo plazo, pues estas continúan teniendo estrés postraumático veinticinco años después de los hechos, según la Asociación de Víctimas del Terrorismo en España.
Además, la rapidez en la atención juega un papel esencial, tal y como ha demostrado un estudio que compara el impacto psicológico de los atentados del 11-M en Madrid con la evolución de las víctimas del 11-S de Nueva York, en el que las consecuencias psicológicas y la duración de los síntomas fueron menores en la sociedad española que en la americana, ya que, según los investigadores, la rapidez con la que se hizo el seguimiento de las víctimas en el caso español fue mayor.
En el caso del 11-M, un 47 por ciento de los habitantes de Madrid sufrieron algún capítulo de estrés o pesadillas después de los atentados. "La magnitud de la reacción postraumática depende de la proximidad física, cultural o temporal con los hechos", ha explicado el sociólogo e investigador del grupo de investigación GRECS de la UOC, Francesc Núñez.
El investigador también ha querido recalcar el impacto social que tienen los atentados islamistas, subrayando la importancia de definir instrumentos terapéuticos para superar el trauma, pero también para evitar la rotura social con discursos xenófobos que fomenten la polarización.