MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Centro Princesa Máxima de oncología pediátrica de los Países Bajos han realizado un 'atlas' a nivel celular del neuroblastoma, un tumor infantil maligno, y han descubierto un freno en el sistema inmunitario que puede bloquearse con la inmunoterapia existente.
Según se recoge en un comunicado del centro, los resultados en el laboratorio son "prometedores" y, ahora, "los preparativos para un estudio clínico están en marcha".
Según la Fundación Neuroblastoma de España, se trata de un cáncer infantil poco común del sistema nervioso simpático --la red nerviosa que envía los mensajes desde el cerebro a través del cuerpo--.
Es el tumor más frecuente durante los dos primeros años de vida y, después de los tumores del sistema nervioso central como conjunto, el tumor sólido más frecuente del niño. En total, representa el 8-10 por ciento de los tumores pediátricos. Su incidencia estimada es de 1 por cada 70.000 recién nacidos vivos, lo que en España supone unos 100 casos al año.
La inmunoterapia es un nuevo y prometedor tipo de tratamiento que dirige el sistema inmunitario del propio organismo contra las células tumorales. La llamada inmunoterapia anti-GD2 ha aumentado las probabilidades de supervivencia de los niños con neuroblastoma en un 15 por ciento en los últimos años. Pero la inmunoterapia aún no funciona lo suficientemente bien, y todavía no en todos los niños.
ANALIZARON 24 TUMORES
Para entender mejor por qué este tratamiento no siempre funciona, investigadores del Centro Princesa Máxima 'cartografiaron' tumores de niños con neuroblastoma en muy alta resolución. Utilizando la secuenciación unicelular del ARN, analizaron 24 tumores de 19 niños que habían sido tratados en el Centro Princesa Máxima.
La secuenciación unicelular del ARN es una técnica que permite estudiar las células de un tumor --incluidas las cancerosas y las inmunitarias-- a nivel individual. La investigación se publica este jueves en la revista 'Cancer Cell'. Ha sido financiada conjuntamente por el Consejo Holandés de Investigación, la Fundación Niños Libres de Cáncer y la organización benéfica Villa Joep.
Los científicos analizaron más de 22.000 células individuales. Observaron que un tipo de células inmunitarias, las células T, no funcionaban correctamente en los tumores de neuroblastoma. Estas células T disfuncionales también tenían a menudo una proteína en su superficie llamada TIGIT.
Esta proteína frena la actividad de las células T para que no ataquen a la célula tumoral. Una clase existente de inmunoterapias puede desactivar ese freno. Esta clase de fármacos, los llamados inhibidores del punto de control, activan el sistema inmunitario, lo que le permite eliminar las células cancerosas.
En minitumores tridimensionales, también llamados organoides, y en ratones, los investigadores observaron que una combinación de inhibidores de puntos de control contra TIGIT y otra proteína llamada PD-L1 eliminaba con éxito las células de neuroblastoma.
Los investigadores también pudieron simular en ratones un neuroblastoma recurrente, una forma agresiva de la enfermedad que se trata con quimioterapia e inmunoterapia anti-GD2. También este experimento demostró que la nueva combinación de inhibidores de puntos de control conducía a una mayor supervivencia.
Los fármacos que bloquean TIGIT y PD-L1 y activan el sistema inmunitario, tiragolumab y atezolizumab, ya se están utilizando en estudios contra el cáncer en adultos, incluido el de pulmón e hígado. Los investigadores colaboran ahora con la empresa farmacéutica Roche en la puesta en marcha de un estudio clínico para niños con neuroblastoma en Europa y Estados Unidos.
"Hemos creado un mapa de alta resolución del paisaje inmunitario del neuroblastoma. Esto nos proporciona una visión única de cómo las distintas células inmunitarias funcionan de forma diferente en el tumor. Nuestro atlas inmunológico del neuroblastoma ofrece nuevos e importantes puntos de partida para mejorar la inmunoterapia de este tipo de cáncer infantil", ha apuntado Judith Wienke, investigadora principal del grupo Molenaar en el Centro Princesa Máxima de oncología pediátrica, que ha codirigido el estudio.
"Nuestra investigación se encuentra aún en una fase temprana, pero los resultados de la nueva combinación de inmunoterapia en el laboratorio son muy alentadores", ha celebrado. El siguiente paso es probar este tratamiento experimental en un ensayo clínico. "Investigaremos la seguridad y los posibles beneficios del tratamiento combinado en niños con neuroblastoma metastásico o recidivante", ha anunciado.
El profesor Max van Noesel, oncólogo pediátrico y director clínico de tumores sólidos en el Centro Princesa Máxima de oncología pediátrica, también implicado en la investigación, ha afirmado que, en los adultos, los inhibidores de los puntos de control (terapias que frenan el sistema inmunitario del propio organismo) han mejorado considerablemente el tratamiento, por ejemplo, del melanoma y el cáncer de pulmón. Pero los inhibidores de puntos de control más conocidos, dirigidos contra la proteína PD-L1, "aún no han demostrado ningún efecto en niños".
"Gracias al enfoque unicelular de nuestro estudio, surgió otra diana, TIGIT, además de PD-L1", ha señalado. Los preparativos para un estudio clínico sobre el efecto de una combinación de bloqueadores de TIGIT y PD-L1 se encuentran en una fase avanzada. "Estoy deseando ver si este enfoque, basado en la investigación biológica básica, marcará realmente la diferencia para los niños con neuroblastoma de alto riesgo o recidivante", ha finalizado.