MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Gustave Roussy en Villejuif (Francia) han descubierto que el tratamiento con braquiterapia puede ser una opción segura y eficaz como alternativa a la cirugía contra el cáncer de pene.
Así se desprende de los resultados de un estudio presentados en el congreso que la Sociedad Europea de Radioterapia y Oncología (ESTRO, en sus siglas en inglés) celebra estos días en Viena, relativos a un tumor extremadamente raro ya que en los países desarrollados se detectan menos de un caso por cada 100.000 habitantes.
El tratamiento más frecuente en estos casos suele requerir pasar por el quirófano para extirpar el glande, el tejido que se encuentra al final del pene, lo que tiene un impacto directo en la función sexual y urinaria de los afectados.
El estudio incluyó un total de 201 pacientes mayores de 45 años que fueron primero circuncidados y luego tratados con braquiterapia, lo que implicó la inserción de fuentes radiactivos dentro o cerca del tumor para emitir una dosis total de entre 36,5 y 76 grays (Gy).
Cinco años después del tratamiento la probabilidad de sobrevivir con el pene intacto fue del 85 por ciento, aunque 13 hombres (6%) tuvieron que someterse a cirugía por la toxicidad del tratamiento, que causó úlceras dolorosas.
Asimismo, tras una mediana de seguimiento de 10,7 años la tasa de supervivencia global fue del 79 por ciento y la tasa de supervivencia sin recurrencia del cáncer fue del 82 por ciento. En sólo ocho casos (4%) hubo que extirpar el pene y en 18 (13%) se llevó a cabo una cirugía parcial después de que reapareciera el tumor.
Los hombres que presentaban más problemas y eran más propensos a sufrir una recaída del tumo o necesitar algún tratamiento adicional, incluida la cirugía, eran aquellos cuyo cáncer había comenzado a expandirse (metástasis) por los ganglios linfáticos de la ingle, o bien quienes presentaban un tumor de más de 4 centímetros de diámetro o habían recibido una dosis inferior a 62 Gy.
"Estos resultados muestran que la braquiterapia es el tratamiento de elección para pacientes seleccionados, cuyo cáncer no se ha diseminado por zonas del tejido eréctil del pene, el cuerpo cavernoso, ya que es eficaz para controlar y erradicar l cáncer y permite a un alto número de pacientes preservar sus penes", según Alexandre Escande, uno de los autores de este trabajo.
Además, en caso de que reapareciera el tumor, el estudio también demuestra que puede recurrirse de nuevo a la braquiterapia u operar el tumor sin aumentar el riesgo de muerte, ha apuntado.