MADRID, 13 Dic. (EDIZIONES) -
Nos perdemos muchísimas veces con el lenguaje médico y a la hora de que nos realicen una prueba son bastante frecuentes las dudas entre qué es una resonancia magnética, un PET, o un TAC, así como cuáles son sus funcionalidades.
Este artículo va a suponer una guía en este sentido y para ello entrevistamos en Infosalus al doctor Eduardo Álvarez-Hornia Pérez, responsable de Formación de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), quien recuerda muchas veces que para el manejo de cada paciente se emplean técnicas de imagen diferentes y, en ocasiones, complementarias.
"La amplia variedad de pruebas de imagen, con sus distintas ventajas y limitaciones, hace que el papel de los radiólogos sea fundamental para aplicar la exploración más adecuada y velar por el uso correcto de las pruebas de imagen según las necesidades individuales de cada paciente", defiende.
QUÉ ES UNA RESONANCIA MAGNÉTICA
Así, en primer lugar, distingue qué es una Resonancia Magnética o RM, una técnica de diagnóstico radiológico basada en la respuesta de los tejidos al ser sometidos a un campo magnético muy potente y excitados mediante pulsos de radiofrecuencia.
"El funcionamiento de la RM es complejo e implica múltiples procesos físicos. Los estudios son largos, por eso la colaboración del paciente es muy importante. La seguridad es un elemento fundamental en la prueba, siendo imprescindible conocer si el paciente es portador de algún dispositivo incompatible", advierte.
En ocasiones es necesario emplear contraste (el más habitual es el gadolinio), según prosigue el doctor Eduardo Álvarez-Hornia Pérez, y en algunos estudios específicos puede ser necesaria alguna preparación previa, que siempre se indicará al paciente en el momento de darle la cita.
En concreto, detalla que la RM permite obtener imágenes en múltiples planos y secuencias que proporcionan una información tanto morfológica como funcional de los pacientes: "Su principal ventaja sobre otros métodos de imagen es la alta resolución de contraste que permite estudiar los tejidos con gran detalle, y la hace especialmente útil para la valoración del sistema nervioso, las estructuras músculo-articulares, y estudiar lesiones viscerales de pequeño tamaño o de difícil caracterización con otras técnicas".
PARA QUÉ SIRVE UN PET
A su vez, el responsable de Formación de la Sociedad Española de Radiología Médica sostiene sobre el PET o, tomografía de emisión de positrones, que se trata de una técnica diagnóstica no invasiva que permite estudiar la actividad y el metabolismo en distintos órganos y tejidos del cuerpo.
"Los estudios de PET se realizan en los servicios de Medicina Nuclear. Generalmente, se inyecta al paciente una sustancia 'marcada' con una pequeña cantidad de material radioactivo (la más común es la 'F18-FDG', una sustancia similar a la glucosa de nuestro cuerpo)", precisa.
De esta manera, según prosigue este experto, las células tumorales y las zonas inflamatorias son metabólicamente muy activas y consumen muchos azúcares de manera que las sustancias marcadas también se concentrarán en esas zonas produciendo un incremento de radioactividad.
"Para permitir que las sustancias marcadas se acumulen, el paciente debe permanecer en reposo durante una hora desde la inyección y luego otra media hora para la obtención de las imágenes", ahonda este radiólogo.
En consecuencia, la principal indicación del PET es el estudio de tumores en diferentes tejidos. "Las células tumorales más agresivas suelen tener mucha 'actividad' y consumen mucha glucosa. De esta manera podemos buscar signos de agresividad en lesiones indeterminadas, valorar los cambios de actividad de las áreas tratadas, o detectar áreas sospechosas que aún no han producido alteraciones morfológicas", subraya.
Pero, además de las aplicaciones en Oncología, el miembro de SERAM especifica que el PET también aporta información funcional de algunos órganos, como el corazón o el cerebro.
QUÉ ES UN TAC
En el caso de la Tomografía Computarizada (TC, TAC o escáner) el doctor Eduardo Álvarez-Hornia Pérez indica que es una técnica de imagen que utiliza rayos X. En ella, recuerda que el paciente permanece tumbado en una camilla mientras el tubo emisor gira a su alrededor produciendo rayos X, que son recogidos por múltiples detectores.
"Se realiza un barrido del territorio a explorar y, mediante procesamiento informático, se obtienen imágenes volumétricas con las que reconstruir en cualquier plano del espacio o en forma tridimensional", agrega.
En ocasiones, dice este especialista que los estudios necesitan contraste para una mejor valoración. De ahí que el contraste pueda ser intravenoso (contaste Iodado), por vía oral, o incluso enema. "Dependiendo del objetivo del estudio, se le indicará siempre al paciente si necesita alguna preparación especial previa", aclara.
Dado que la TC tiene una gran resolución espacial permitiendo ver lesiones milimétricas que no son detectables en los estudios de radiología simple afirma este doctor que sus indicaciones son muy amplias.
"Es la técnica de referencia en el estudio del pulmón. Tiene muy buena resolución para valorar hueso (con posibilidad de reconstrucciones en 3D). Permite estudios muy rápidos para valoración de los vasos sanguíneos (incluyendo el corazón), y es muy buena para la valoración de abdomen. Por su rapidez y precisión es la técnica ideal para la patología urgente, permitiendo estudios de cuerpo completo en una única y rápida exploración", mantiene el doctor Eduardo Álvarez-Hornia Pérez.
¿HABRÍA COMBINACIONES ENTRE LAS ANTERIORES?
Con todo ello, y a la hora de que sea posibles varias combinaciones entre ellas, este experto de la SERAM sostiene que en la mayor parte de las ocasiones el PET se emplea combinado con otras técnicas de imagen (sobre todo con el TC): "De esta manera se asocian los puntos fuertes de las distintas técnicas: los hallazgos morfológicos de TC o RM y los datos de actividad de los tejidos con el PET".
En muchas ocasiones, apunta igualmente que las distintas técnicas se aplican de manera individual, aportando cada una información complementaria, que debe valorarse en conjunto con toda la información clínica del paciente y con otras técnicas diagnósticas. "Al final, toda esa combinación de datos es la que nos permite caracterizar las lesiones y decidir las mejores opciones de manejo", aprecia este esxperto.
En última instancia, el responsable de Formación de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) recalca que el manejo óptimo de las técnicas diagnósticas es complejo y siempre debe adaptarse a cada paciente de manera individual.
"Los radiólogos no solo nos limitamos a informar de las pruebas de imagen. En la medicina actual el radiólogo es un clínico más con una participación muy activa en todo el proceso asistencial del paciente. Nuestra información es fundamental en el diagnóstico, en el seguimiento, pero también en el pronóstico. Somos una pieza fundamental de los comités multidisciplinares que deciden el manejo de los casos complejos, e incluso tenemos un papel activo en el tratamiento con técnicas de radiología intervencionista", concluye.