La campaña de vacunación frente a la Covid se queda a medio camino de los objetivos marcados por Sanidad

Archivo - Un hombre se vacuna durante la campaña de vacunación contra la gripe y la Covid-19. - ALBERTO ORTEGA - EUROPA PRESS - ARCHIVO

MADRID 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

La campaña de vacunación frente a la Covid-19 ha alcanzado solo al 38 por ciento de las personas mayores de 60 años en la temporada 2024-2025 en España, una tasa significativamente inferior a la de la gripe y apenas la mitad del objetivo establecido por el Ministerio de Sanidad siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Europea (CE), que proponían alcanzar coberturas del 75 por ciento en personas mayores y sanitarios, así como superar el 60 por ciento en embarazadas y en personas con condiciones de riesgo.

Así lo refleja el 'Covidmetro', el nuevo estudio demográfico impulsado por Sanofi España para monitorizar las coberturas de vacunación frente al SARS-CoV-2, tal y como lo lleva haciendo con las campañas antigripales anuales desde hace más de dos décadas a través del 'Gripómetro'. Con este análisis, la compañía busca concienciar a la población de la importancia de protegerse de la enfermedad, haciendo especial énfasis en los adultos mayores.

Aunque la tasa de inmunización frente al SARS-CoV-2 en mayores de 60 años se sitúa 19 puntos por debajo de las de la gripe, el estudio de Sanofi pone en valor el papel de la vacuna antigripal como "impulsora" de la de la Covid-19. A este respecto, el análisis muestra que la comunidad autónoma con más mayores de 60 años protegidos frente a ambas enfermedades es Galicia y el territorio con menores tasas, Canarias. Además, la experiencia de coadministración es valorada de forma "muy positiva".

Sobre estas bajas tasas de vacunación en la población mayor, el jefe de servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic (Barcelona), Antoni Trilla, ha advertido que "resultan preocupantes" dada la vulnerabilidad de este colectivo, que es más propenso a sufrir cuadros graves y complicaciones de la enfermedad.

En esta línea, la OMS subraya que el grupo formado por personas de 65 años o más representó más de la mitad de las hospitalizaciones registradas en el transcurso de la temporada 2023-2024, evidenciando su mayor riesgo frente al virus. Además, desde abril de 2022, este grupo alcanza el 88 por ciento de los fallecimientos mensuales reportados por esta enfermedad en el mundo; y en 2024 superó los cinco millones de casos y las 70.000 muertes notificadas a la OMS.

"La sociedad española está envejecida. Aunque las variantes actuales del SARS-CoV-2 puedan parecer menos severas, la Covid-19 continúa siendo una enfermedad grave, frecuente y físicamente limitante (...) Por ello, cuando olvidamos el impacto a largo plazo de la COVID-19, y las secuelas que afectan seriamente al grado de independencia vital del anciano, jugamos con fuego", ha señalado el profesor de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid y experto del Centro Nacional de Gripe, Raúl Ortiz de Lejarazu.

FALTA DE CONFIANZA Y MOLESTIAS DERIVADAS DE LA VACUNACIÓN

Según la información recopilada por el 'Covidmetro', casi la mitad de los mayores de 60 años considera la Covid-19 como una enfermedad grave, pero hay diversos motivos detrás de la reducción en las coberturas vacunales que se está observando desde la primera campaña que se llevó a cabo.

Por un lado, el estudio apunta a la desinformación sobre las vacunas, que ha generado incertidumbre entre la población, incluso entre aquellos que antes confiaban en ellas. Tanto es así, que el 45 por ciento de las personas que han decidido no vacunarse frente al SARS-CoV-2 señala como principal motivo una falta de confianza en la efectividad de la vacuna. Además, la falta de mensajes claros sobre la importancia de vacunación anual y la existencia de varias vacunas ha contribuido a la confusión y ha debilitado la adherencia.

Por otro lado, la difusión de información exagerada o infundada sobre los efectos secundarios, atribuyéndoles problemas de salud no relacionados también influye entre quienes optan por no vacunarse. En este sentido, uno de cada tres encuestados menciona que el temor a posibles molestias derivadas de la vacuna ha influido en su decisión de no vacunarse.

También sigue desempeñando un papel clave el cansancio mental y emocional acumulado tras años de restricciones, información constante y campañas de vacunación sucesivas. Esta fatiga ha reducido la disposición de muchas personas a seguir participando activamente en programas de vacunación y de salud pública. Asimismo, a nivel general la percepción de la gravedad de la enfermedad ha disminuido.

Aunque los ingresos hospitalarios por esta enfermedad son menores que durante el pico de la pandemia, la OMS sigue instando a los gobiernos a fortalecer las campañas de vacunación, con el objetivo de garantizar que los grupos de mayor riesgo reciban las vacunas al menos una vez cada 12 meses.

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