MADRID 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
En cerca de un 5 por ciento de los pacientes la enfermedad tromboembólica venosa (ETV), este es el primer síntoma de un cáncer que hasta entonces no se ha manifestado, según destacan desde la Fundación para el Estudio de la Enfermedad Tromboembólica venosa y el grupo de investigadores vinculados al registro RIETE, con motivo del Día Mundial del Cáncer.
Una de cada 10-20 personas con cáncer padece además una trombosis venosa profunda o una embolia pulmonar, que son la segunda causa de muerte en los enfermos oncológicos. No obstante, en general la ETV aparece con más facilidad en las fases avanzadas de la neoplasia, pero en ocasiones puede ser el primer y único síntoma de un tumor que aún no se ha manifestado.
Los expertos recuerdan que la quimioterapia y la radioterapia también favorecen la trombosis. "Hay que tener en cuenta que los pacientes con cáncer a menudo pasan días enteros en la cama, se les insertan catéteres en las venas o son sometidos a cirugía, y todas estas situaciones también son factores de riesgo de la ETV", señalan.
Asimismo, señalan que no todos los tumores tienen la misma capacidad de producir una ETV. Así, los tumores de páncreas, cerebro, estómago y pulmón son los que la presentan con mayor frecuencia; en cambio, es menos frecuente en los tumores de mama.
Además, "el cáncer empeora la evolución de la ETV. Los pacientes oncológicos recidivan más, sangran más y mueren con mayor frecuencia que los enfermos de ETV sin cáncer". De hecho, la prevalencia de cáncer y ETV es "superior y más grave" que la combinación
de cáncer-ictus y cáncer-infarto de miocardio; y uno de cada diez pacientes con cáncer que fallece por una embolia pulmonar tiene menos de 50 años.