MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
El cuerpo está atravesado por millones de fibras nerviosas que transmiten información, pero los nervios periféricos, como los de nuestros brazos y piernas, a menudo resultan dañados por lesiones agudas, por ejemplo en accidentes y, aunque estos nervios tienen un fuerte potencial regenerativo, la recuperación completa de la función nerviosa aún es rara por razones que aún no se comprenden completamente, pero, ahora, investigadores del Centro Médico de la Universidad de Leipzig (Alemania) han descubierto que las células grasas o células de Swann pueden ayudar a reparar los nervios dañados.
Cuando un nervio es aplastado o cortado, las fibras nerviosas individuales afectadas por el daño inicialmente mueren. En principio, tienen la capacidad de volver a crecer y regenerarse por completo. Esto depende de las células de Schwann que rodean las fibras nerviosas. Estas células no mueren después del daño a los nervios, sino que son responsables de coordinar la degradación y el nuevo crecimiento de las fibras nerviosas en sus áreas originales. Por tanto, las células de Schwann desempeñan un papel clave en el proceso de reparación.
Hasta ahora se desconocía cómo estas células afrontan la enorme carga metabólica asociada con la degradación y reconstrucción del tejido nervioso. Los investigadores han descubierto que las células de Schwann reciben un apoyo crucial en la reparación de los nervios del tejido adiposo que rodea los nervios del cuerpo. Así, utilizando ratones genéticamente modificados han demostrado que el mensajero químico leptina desempeña un papel clave en este proceso.
La leptina es producida principalmente por las células del tejido adiposo y es conocida por sus efectos supresores del apetito en el contexto de la nutrición. Sorprendentemente, el actual proyecto de investigación ha demostrado que la señalización de la leptina también es un factor importante en la reparación de los nervios dañados por las células de Schwann.
"La leptina derivada de las células grasas estimula el equilibrio energético de las células de Schwann activando sus mitocondrias", explica el doctor Robert Fledrich del Instituto de Anatomía de la Universidad de Leipzig y uno de los dos líderes del estudio.
"Al mismo tiempo, las mitocondrias de las células de Schwann utilizan partes del tejido nervioso dañado como sustrato energético para que pueda tener lugar una regeneración exitosa", añade la profesora Ruth Stassart. "De este modo, el metabolismo de las células de Schwann se optimiza para la regeneración nerviosa y favorece significativamente el restablecimiento de la función nerviosa original", explican los dos investigadores.
La comunicación entre las células grasas y las células de Schwann podría abrir nuevas opciones de tratamiento que influyan positivamente en el metabolismo de las células reparadoras en caso de daño a los nervios. Los investigadores esperan que los nuevos hallazgos ayuden en el futuro a mejorar la regeneración de los nervios dañados en humanos.