MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La cetoacidosis diabética es una complicación común y potencialmente mortal en pacientes hospitalizados con COVID-19, según una nueva perspectiva clínica publicada en el 'Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism' de la Sociedad Endocrina americana.
La cetoacidosis diabética casi siempre requiere atención especial en el hospital, que generalmente tiene lugar en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Es causada por una insulina insuficiente que circula en el torrente sanguíneo, que es más probable que ocurra durante una infección grave como COVID-19, y causa una acumulación de ácidos en la sangre, lo que lleva a una enfermedad grave caracterizada por deshidratación y, a veces, dificultad para respirar.
"Las personas con diabetes que están infectadas con COVID-19 tienen un mayor riesgo de enfermedad grave, que en algunos casos se acompaña de cetoacidosis diabética", explica la autora correspondiente del artículo, Marie McDonnell, del Hospital Brigham and Women's y la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, en Estados Unidos.
"Los hospitales y los médicos deben ser capaces de identificar y manejar rápidamente la cetoacidosis diabética en pacientes con COVID para salvar vidas --añade--. Esto implica determinar las opciones de manejo (incluso cuando se indica insulina subcutánea menos intensiva) y comprender cómo guiar a los pacientes en evitando esta complicación grave".
Los autores describen métodos más simples de manejo de la cetoacidosis diabética con el objetivo de mantener las camas de la UCI disponibles para casos graves de COVID-19. Abogan, en casos seleccionados, por protocolos de cetoacidosis diabética que usan terapia de insulina subcutánea fuera de la UCI en lugar de la terapia de insulina IV en la UCI para proteger a las enfermeras de tener que brindar atención frecuente a los pacientes infectados con COVID.
Otros incluyen la importancia de reconocer la cetoacidosis euglucémica en aquellos que toman agentes inhibidores de SGLT2 y el reconocimiento de que pueden ser necesarios enfoques únicos, incluida la telemedicina, para ayudar a los pacientes de mayor riesgo a evitar la cetoacidosis.