MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cinco de cada 100 niños españoles nacen con una estatura o un peso inferior a lo esperado, un trastorno del crecimiento recibe el nombre de 'pequeño para la edad gestacional' (PEG) y no siempre se conoce la causa, pero que, según explica la Nuria Mir, directora médica del área de Enfermedades Poco Frecuentes de Pfizer España, puede haber un componente genético familiar.
"Establecer si la estatura de un niño es 'normal' o 'baja' no siempre es fácil, ya que intervienen cuestiones genéticas como la altura de los padres e incluso otras enfermedades, por lo que es necesario efectuar un control estrecho de su talla", señala la experta con motivo de la publicación de Pfizer de la guía para padres con niños que nacen PEG.
En esta situación, explica, será el endocrinólogo infantil quien deba proporcionar un diagnóstico preciso, una clave fundamental para que, si fuera necesario, se inicie un tratamiento específico.
La guía tiene como objetivo de solventar muchas de sus dudas iniciales acerca del crecimiento del niño y los pasos a seguir, ya que entender en qué consiste este trastorno les ayudará a participar activamente en todas las decisiones importantes relacionadas con el seguimiento del menor y los posibles tratamientos.
Los especialistas aseguran que, por lo general, durante los primeros años de vida, el niño recupera el crecimiento que no se produjo durante el embarazo. Casi el 90% de los recién nacidos con PEG ganan rápidamente talla y peso y a los 4 años alcanzan valores ya dentro de los rangos normales para su edad.
Sin embargo, el 10% de los nacidos con PEG continúan con una velocidad de crecimiento igual o menor. Esto significa que se mantiene la diferencia entre su estatura y la de los demás niños, no siendo probable que se produzca un aumento rápido de peso y altura posteriormente. En estos casos, el pediatra suele derivar al menor a la consulta del endocrinólogo infantil, quien, tras realizar todas las pruebas pertinentes, se encargará de implantar un tratamiento específico si fuera necesario.
Actualmente, la medicina ha avanzado mucho en esta área y los médicos disponen de numerosos tratamientos para los niños que no crecen al ritmo esperado. No obstante, lo fundamental es que los padres estén tranquilos y puedan familiarizarse con determinados términos médicos.
"Antes de la cita, convendría que los padres reflexionaran sobre sus antecedentes familiares, en particular sobre cualquier problema relacionado con el crecimiento", afirma la doctora Mir. Asimismo, añade, "la guía les recuerda que lleven al endocrinólogo toda aquella información sobre posibles contratiempos en el embarazo y datos relacionados con el nacimiento, en particular la talla y el peso del niño al nacer".
El especialista llevará a cabo ciertas pruebas para averiguar la causa exacta de la alteración del crecimiento del hijo como, por ejemplo, la medición del perímetro craneal del niño. "El mejor consejo para los padres es que pregunten al médico todas las dudas que tengan, relacionadas con las pruebas o el trastorno, y no salgan de la consulta con más incertidumbre", concluye.