MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Laboratorios Cinfa y la Asociación Navarra de Autismo (ANA), con la colaboración de la Fundación Atiende, han lanzado un cuento interactivo sobre autismo con el objetivo de sensibilizar a la sociedad y entender como funciona este trastorno.
Con motivo del Día Mundial del Autismo, que se celebra el próximo 2 de abril, la productora Caring Books ha creado un cuento en formato de aplicación para menores de entre 3 y 6 años que pueda ser entendido.
La historia, enmarcada dentro de la serie 'Bruno & Pumballoo', se titula 'Bruno & Pumballoo: el concierto' está protagonizada por un niño que tiene una alergia alimentaria, un camaleón y otros seres magicos que ayudan a cualquier niño que tenga una enfermedad. Este cuento presenta a un niño con autismo quien es capaz de memorizar la partitura que están ensayando en grupo y demostrar que no tiene impedimentos para vivir.
El cuento tiene una versión adaptada a pictogramas para que los niños con autismo puedan comprenderla mientras trabaja el valor de la amistad, la solidaridad y la inclusión.
Es posible acceder a todas las historias de forma gratuita descargando la aplicación 'Bruno & Pumballoo', o descargando el cuento en formato PDF y material explicativo en la web 'www.cinfasalud.com' y en la web de ANA 'www.autismonavarra.com'.
SIGNOS DEL AUTISMO
Se trata de un trastorno del neurodesarrollo que afecta a la persona en diversas áreas del desarrollo como la interacción social, la comunicación y el comportamiento que, en ocasiones, se ve marcado por patrones repetitivos y estereotipados.
"Este es un trastorno cuya prevalencia no ha dejado de incrementarse en los últimos años, ya que se han multiplicado los casos en el mundo; se estima que 1 de cada 68 niños que nacen pueden presentar un trastorno así", ha señalado la presidenta de ANA y madre de un niño con autismo, Amaya Áriz.
No existe causa concreta que lo provoque pero si características que identifican a una persona con este trastorno. "Cada niño con autismo es diferente, pero algunas signos pueden ser que no suele atender; no mira a los padres frecuentemente a la cara ni responde a un abrazo con la misma intensidad; prefiere jugar en soledad y no reacciona a lo que ocurre a su alrededor; tampoco dice lo que quiere sino que busca las cosas por sí mismo; se ríe o llora sin motivo aparente o fuera de contexto; repite las actividades una y otra vez; camina de puntillas; está muy unido a ciertos objetos o tiende a ponerlos en fila, y se muestra muy sensibles a ciertas texturas, sonidos, olores y sabores", ha señalado Áriz.
"Por lo general, cuanto antes se inicie la intervención terapéutica, mejor es el pronóstico de la persona con TEA y se suele producir una buena evolución de la sintomatología", afirma la presidenta de ANA. La intervención consiste en trabajar el contacto ocular, la comunicación y el desarrollo verbal.
"Solemos decir que los niños con autismo son pensadores visuales, porque en su cabeza tienen imágenes, no palabras; tenemos que intentar hacer nuestro mundo lo más visual posible", ha asegurado la presidenta de ANA, quien argumenta que "lo mismo que ocurre con una persona ciega que usa bastón o lee en Braille; las personas con autismo también necesitan que su entorno se adapte a sus necesidades".
CONVIVIR CON AUTISMO
En primer lugar, es necesario conocer qué es el autismo y que implica convivir con ello. Para ello, se establece una rutina en la que los niños afectados tienen que mantener unos horarios regulares para no ocasionarles disgustos o ansiedad.
La anticipación es muy importante porque el paciente debe conocer que va a hacer o que va a pasar y, por eso, se preparan agendas visuales de los próximos planes y actividades.
Una de las cosas más importantes es buscar el contacto ocular con una persona que padezca autismo para asegurar que escucha ya que tienen dificultad de mirar y oír a la vez. Para enseñar todo esto, mejor con apoyos visuales y juegos.
Los momentos de enfado y disgusto ocurren en cualquier momento y debe haber preparado un espacio tranquilo en casa y, sobre todo, tener mucha paciencia porque hay que darles tiempo y no insistir.
Todo este trabajo y la intervención terapéutica debe ser diaria y regular y para ello no hay que poner límites a la evolución de las personas con autismo por lo que es necesario preparar a las personas cercanas de cómo y qué puede ocurrirle para que su reacción no suponga más dificultades.