MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La cirugía no aporta beneficios a largo plazo a los pacientes con cáncer de próstata localizado ya que, aunque puede aumentar la supervivencia, conlleva una serie de efectos secundarios como, por ejemplo, incontinencia urinaria o disfunción eréctil o sexual.
Así lo han mostrado los resultados del estudio 'PIVOT', liderado por el investigador del Centro de Investigación de Enfermedades Crónicas de Minneapolis (Estados Unidos), Timothy Wilt, sobre una muestra de 731 varones y que ha sido publicado recientemente en el 'New England Journal of Medicine'.
Y es que, en el trabajo por cada 100 hombres diagnosticados con cáncer de próstata localizado que se sometieron a cirugía, sólo murieron cuatro menos a causa de la enfermedad en comparación con aquellos que no se operaron y estuvieron bajo observación y tratándose los síntomas. Además, no se produjeron apenas diferencias (sólo uno) entre los aquellos que tenían una prostatectomía radical.
Ahora bien, entre 30 y 40 hombres de cada 100 que habían sido operados padecieron a los cincos años de la intervención disfunción eréctil, a los 10 años unos 30 tuvieron problemas de retención de orina y a los 20 unos 40 estaban insatisfechos con su capacidad para mantener relaciones sexuales.
"Debido a que los hombres ahora están siendo diagnosticados antes y con tumores más pequeños de lo que eran hace 20 años, los beneficios de la cirugía son probablemente aún menores de lo que sugiere el estudio", han asegurado los investigadores.
Finalmente, en el grupo que se sometió a una cirugía, el 61,4 por ciento de los hombres murió de todas las causas y sólo el 7,4 por ciento en el grupo de cirugía murió de cáncer de próstata. En el grupo de observación, el 66,8 por ciento murió, el 11,4 por ciento por cáncer de próstata.