MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con cáncer de páncreas en estadio II que reciben quimioterapia seguida de una intervención para eliminar la parte cancerosa del órgano, viven casi el doble de tiempo que los pacientes que reciben quimioterapia sola, según una nueva investigación publicada en línea en el 'Journal of the American College of Surgeons'.
En los pacientes en estadio II, existe la posibilidad de que el cáncer de páncreas se pueda extirpar mediante resección incluso después de que se haya diseminado cerca de los vasos sanguíneos. Aunque la quimioterapia puede mejorar los resultados, el riesgo de la cirugía se justifica porque los pacientes viven más tiempo incluso si el tejido canceroso no se extirpa por completo, según el estudio de investigadores del Departamento de Cirugía de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos.
Los investigadores encontraron que los pacientes que recibieron quimioterapia seguida de resección vivieron un promedio de 19,75 meses, mientras que los que recibieron solo quimioterapia vivieron un promedio de 10,12 meses. Examinaron datos de la Base de datos nacional del cáncer (NCDB), un programa conjunto del Colegio Estadounidense de Cirujanos y la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
"Nuestros resultados muestran que la cirugía es viable en más casos de los que pensamos", explica Amanda K. Arrington, oncóloga quirúrgica del Departamento de Cirugía de la Universidad de Arizona en Tucson.
Las tasas de supervivencia del cáncer de páncreas son bajas porque es un cáncer bastante agresivo y de rápido crecimiento, recuerda la doctora Arrington. Aproximadamente entre el 10 y el 30 por ciento de estos pacientes presentan una enfermedad en la que la resección puede considerarse una terapia adecuada.
La quimioterapia puede mejorar las posibilidades de una cirugía exitosa, ya que aproximadamente uno de cada tres casos límite son resecables después de la quimioterapia. Sin embargo, incluso después de la cirugía, es común que el cáncer de páncreas regrese.
Si bien el objetivo de la resección es extirpar todo el tejido tumoral, puede ser difícil de lograr, especialmente si el cáncer se ha diseminado a los vasos sanguíneos cercanos que alimentan el hígado y el intestino delgado.
La cantidad de tejido canceroso que queda después de la cirugía en los bordes del área resecada es un predictor significativo de supervivencia después de la cirugía por cáncer de páncreas. Los pacientes que no tienen tejido canceroso después de la resección (R0) tienen una mejor supervivencia en comparación con los pacientes con cantidades microscópicas (R1) o macroscópicas (R2) de tejido canceroso que quedan después de la resección. Este estudio analizó los resultados de la resección R1 y R2 en comparación con la quimioterapia sola.
La doctora Arrington y sus colegas buscaron datos de NCDB de 2010 a 2015 para pacientes con cáncer de páncreas en estadio II que se sometieron a cirugía R1 / R2 con o sin quimioterapia preoperatoria para compararlos con los pacientes en estadio II que recibieron quimioterapia sola.
De un total de 11.699 pacientes con cáncer de páncreas en estadio II, 9.521 (81,4 por ciento) fueron tratados con quimioterapia sola, mientras que 2.178 (18,6 por ciento) se sometieron a resección quirúrgica y tenían márgenes positivos (R1 o R2). Del grupo quirúrgico, 1.836 (84,3 por ciento) se sometieron a cirugía inicial y 342 (15,7 por ciento) recibieron quimioterapia seguida de cirugía.
Los pacientes R1 o R2 que recibieron quimioterapia antes de la resección tuvieron la mejor supervivencia general con una media de 19,75 meses, seguidos del grupo de cirugía inicial con una supervivencia media de 17,77 meses y el grupo de quimioterapia sola con una supervivencia media de 10,12 meses.
Los resultados del estudio confirman las recomendaciones actuales para el cáncer de páncreas en estadio II, que señalan que la supervivencia mejora cuando los pacientes reciben terapia multimodal, quimioterapia antes y / o después de la resección.
Además, los pacientes se benefician de la cirugía incluso en casos extremadamente difíciles que terminan con una resección de margen positivo, resalta la doctora Arrington. Los investigadores encontraron que incluso cuando el tumor no se encoge significativamente en respuesta a la quimioterapia, aún existen beneficios de supervivencia al adoptar un enfoque quirúrgico agresivo.
"Según este estudio, los cirujanos pueden ser un poco más agresivos y ofrecer tratamiento quirúrgico con más frecuencia a los pacientes con cáncer de páncreas en estadio II --recomienda--. Hay estudios en curso que analizan si más pacientes con cáncer de páncreas, incluidos los pacientes en estadio I, se beneficiarían de la cirugía después de la quimioterapia".